Una milicia próxima a Al Qaeda se apodera de una ciudad en Yemen
La violencia amenaza con retrasar las elecciones presidenciales de febrero
Un grupo islamista yemení próximo a Al Qaeda se ha hecho con una localidad situada a 150 kilómetros al sur de Saná, la capital. La ocupación de Rada añade nuevas dificultades al plan de transición para Yemen apadrinado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Su ministro de Exteriores, Abubakr al Qirbi, ha admitido hoy que la situación podría obligar a retrasar las elecciones presidenciales previstas para febrero. La oposición acusa a las fuerzas leales al expresidente Ali Abdalá Saleh de haber cedido Rada para debilitarla.
"Desgraciadamente hay un par de asuntos relacionados con la seguridad que si no se resuelven… van a dificultar la celebración de las elecciones el 21 de febrero", declaró Al Qirbi en una entrevista con la cadena Al Arabiya. Al Qirbi, que es miembro del partido de Saleh, el Congreso Popular General (CPG), se refería al último avance de los militantes islamistas.
El sábado por la noche, un grupo de insurgentes asociados con Al Qaeda atacaron Rada y se hicieron fuertes en la antigua ciudadela y una mezquita cercana. Al día siguiente, controlaban prácticamente esa localidad de unos 40.000 habitantes y, según la web del Ministerio de Defensa, asaltaron la prisión central y liberaron a numerosos militantes de Al Qaeda. De acuerdo con la misma fuente, los militantes han almacenado municiones en la ciudadela.
La oposición rechazó de inmediato el menor retraso del voto, que es un paso crucial del proyecto internacional para que Saleh abandone el poder y tratar de evitar que Yemen se suma en una guerra civil. Sospecha, al igual que algunos analistas, que fuerzas leales a Saleh están cediendo territorio a los islamistas para demostrar que el fin de su mandato va a sumir a Yemen en la anarquía y alentar el ascenso de Al Qaeda.
"La declaración deja claras las prácticas del régimen del presidente Saleh, que busca crear el caos", declaró Ghalib al Odainy, un portavoz de la coalición opositora, citado por Reuters. El partido de Saleh rechaza las acusaciones, pero incluso la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha lamentado que el ya expresidente no haya cumplido su compromiso de dejar el país para permitir la elección de su sucesor.
No es la primera vez en el último año que islamistas radicales toman el control de una gran población. La pasada primavera, aprovechando que Saleh utilizó el Ejército para intentar frenar las protestas contra su régimen en las principales ciudades del país, se hicieron con dos localidades meridionales. Pero Rada se encuentra a apenas 25 kilómetros de la principal carretera que une Saná con el sur, lo que despierta el temor a que puedan querer aislar la capital.
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