La Fiscalía acusa de traidor a Manning en el cierre de la vista
La defensa del soldado acusado de filtrar los cables de Wikileaks pide 30 años La acusación tiene previsto pedir la cadena perpetua contra el militar El juez decide el 16 de enero si es sometido a Consejo de guerra
En el día final de la audiencia previa al consejo de guerra de Bradley Manning, el Pentágono dio pruebas de que los 700.000 documentos que sustrajo el soldado acabaron, a través de Wikileaks, en manos de enemigos como Al Qaeda. Tal fue la contundencia de las evidencias presentadas por la acusación, que la defensa se limitó a pedir la combinación de 22 cargos en tres, algo que conllevaría una pena máxima de 30 años, en lugar de la cadena perpetua sin condicional que ha solicitado la fiscalía. El magistrado Paul Almanza decidirá el día 16 de enero si abre el consejo de guerra, algo que sucederá con toda probabilidad.
“Los actos de mi cliente son los actos de un joven idealista de 22 años, con grandes convicciones morales, en su veintena, que creía que podía cambiar el mundo, hacer algo de provecho, marcar una diferencia. Creyó en un presidente [Barack Obama] que decía aquello de ‘sí se puede’ [su lema electoral en 2008], y creyó que al hacer cosas buenas obtendría reacciones positivas. El gobierno le ha pagado reaccionando de forma exagerada, exigiendo que mi cliente pague con su vida”, aseguró el abogado defensor David Coombs.
De los 22 cargos, el más grave es el de asistencia al enemigo que, como Coombs dijo, se castiga con la pena de muerte. El Pentágono, sin embargo, no la ha solicitado, y se ha limitado a pedir la perpetua. La defensa no ha pedido abiertamente la absolución, sino una pena máxima de 30 años. “Mi cliente quería descubrir la injusticia, quería generar una reacción entre el público, esperaba un gran respeto por el imperio de la ley”, añadió el letrado.
“Esa cifra, 30 años, podría resultar confusa. Pero hace 30 años Ronald Reagan comenzaba su primer año como presidente. Hace 30 años, EE UU ayudaba a Sadam Husein en su guerra contra Irán. Hace 30 años la URSS comenzaba el primero de nueve años de invasión de Afganistán. Así es, 30 años son más que suficientes. Hace 30 años mi cliente ni siquiera había nacido”, dijo Coombs.
El abogado desveló que el superior directo de Manning, el entonces sargento mayor Paul Adkins, escribió al menos tres memorandos sobre el comportamiento errático y violento de su subordinado en Irak. En el tercero de ellos relataba cómo Adkins se había encontrado a Manning en aparente crisis nerviosa, con un machete junto a él, divagando sobre las diversas personalidades que vivían dentro de él. Adkins, en lugar de suspenderlo, lo envió de vuelta a su puesto de trabajo. Allí, agredió a una compañera de trabajo, Jihrleah Showman.
“El soldado Manning sabía que el enemigo de EE UU rastrea la Red", dijo el fiscal
Manning le había enviado una carta a Adkins en la que le confesaba que era transexual. Coombs leyó la carta en la sala. “He sufrido este problema desde hace mucho tiempo, lo he vivido en mi familia, algo que me ha creado problemas. Pensé que el ejército me ayudaría a librarme de él, pero no ha sido así”, decía el acusado en la carta. “Esto es como una pesadilla que no acaba. No sé qué hacer... Todo el mundo parece preocupado por mí. Todo el mundo parece tenerme miedo. Y lo siento”. Adkins no hizo nada al respecto.
Por su parte, el Pentágono, a través de sus fiscales, reconstruyó de forma extremadamente meticulosa el rastro de Manning en sus redes secretas. El fiscal, el capitán Ashden Fein, aseguró que Manning tenía una lista de objetivos de Wikileaks, que empleó para buscar información importante en las redes SIPRNet y CIDNE. Se descargó, en total 700.000 documentos. Pero además de su labor de sustracción de información, la acusación detalló por qué recomendaba el cargo de asistencia al enemigo.
Fein mostró un vídeo difundido por As Sahab, la productora audiovisual de Al Qaeda, en el que ese grupo terrorista admite que emplea Wikileaks para obtener información sobre EE UU y sus misiones bélicas en Irak y Afganistán. Además hizo referencia a un artículo de Inspire, la revista de propaganda de Al Qaeda, en el que el grupo terrorista asegura que está haciendo uso de las filtraciones que se atribuyen a Manning. “El soldado Manning sabía que el enemigo de EE UU rastrea la Red, que lo han hecho Al Qaeda, Al Qaeda en la Península Arábiga y otros enemigos cuya identidad es información clasificada”.
“El soldado Manning, como analista de inteligencia, traicionó a sus superiores y a su país, mientras estaba de servicio y en el campo de batalla. Traicionó la confianza depositada en él, sustrayendo y difundiendo más de 700.000 cables secretos, mientras estaba destinado al frente, en un escenario de guerra. Como analista de inteligencia, no tenía la facultad de decidir si era pertinente o no revelar información clasificada de EE UU. Le ofreció al enemigo acceso indiscriminado a información secreta”, añadió Fein. “Esas son acciones de muy graves consecuencias”.
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