Papandreu culpa a los conservadores de "hacer fracasar a Europa"
Los socialistas europeos buscan respuestas a la crisis que los arrolla
Los socialistas europeos celebran este viernes y sábado en Bruselas el congreso de su partido en la atmósfera de depresión y desorientación propia de quienes se han convertido en los administradores de políticas que sus electores consideran serviles a las ideas liberales y a los mercados. “Necesitamos otro espacio político”, dice el danés Poul Nyrup Rasmussen en el discurso de despedida como presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), un mandato que comenzó con otras expectativas en 2004. En su parlamento, Rasmusen ha dado calor político al ex primer ministro griego Yorgos Papandreu, quien, a su vez, ha arremetido contra “la Europa conservadora que ha hecho muy poco y muy tarde” por evitar la crisis que tiene a la UE contra las cuerdas.
Papandreu ha sido el penúltimo socialista al que la crisis le ha costado el cargo, justo por delante de los socialistas españoles barridos en las urnas el pasado domingo. A ambos les precedió el portugués José Socrates. Ante este panorama, Rasmussen ha animado a sus correligionarios con el hecho de la llegada de socialistas a los Gobiernos de Irlanda, Finlandia y Dinamarca, en todos lo casos en coalición y sólo en Copenhague al frente del Ejecutivo. Socialistas quedan también en las coaliciones gubernamentales de Eslovaquia (con próximas elecciones que pintan mal para ellos), Austria y Bélgica (en funciones).
Para animar al auditorio ha dicho Ramussen que quizá haya de nuevo socialistas al frente de Bélgica (si es que Elio di Rupo, que hace unos días tiró la toalla de formador de Gobierno, acepta el encargo regio de seguir intentándolo), Alemania (donde hay elecciones el próximo otoño), Francia (con François Hollande deseoso de desplazar a Nicolas Sarkozy en mayo de 2012) e Italia, en fecha imprevisible.
En buena ley, más deseos que realidades. “El enfado contra la austeridad está ahí fuera”, ha dicho Rasmussen a un auditorio que lo sabe de sobra porque lo está pagando caro. Con ánimo batallador ha pedido que estos dos días de debate y reflexión sean los de renovación y reactivación del socialismo europeo.
Papandreu ha reconocido las cosas como son: Europa “hoy está dominada por los conservadores”, antes de arrojar sobre ellos toda la responsabilidad de lo que ocurre: “Son los que han hecho fracasar Europa y han fallado al pueblo”. En el caso griego, subraya, fueron los conservadores de Nueva Democracia quienes minaron el territorio. Él, ha dicho, sólo heredó los problemas y adoptó medidas impopulares “para poner la casa en orden”, siguiendo los dictados de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Las referencias le han servido para explicar su órdago fallido del referéndum sobre el plan de rescate griego: se trataba de “redistribuir el poder, dar el poder a la gente, voz a su voluntad e ir más allá de los intereses conservadores”. En el aire ha quedado por qué no llegó hasta el final en su deseo de dejar al pueblo que “decidiera su futuro” mientras ha vuelto a hacerse eco de palabras que de repetidas suenan a hueco a electores de izquierda frustrados: estrategia responsable de crecimiento, Europa competitiva, necesidad de invertir en la juventud y el empleo...
Rasmussen cede la presidencia del PSE al exprimer ministro búlgaro Serguei Stanishev, que en 2009 perdió en su país las elecciones generales y europeas.
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