_
_
_
_

La aviación keniana mata a varios civiles en un ataque en el sur de Somalia

Médicos sin Fronteras confirma que hay al menos tres muertos y 52 heridos y añade que se trata “en su mayoría de mujeres y niños”

Un soldado de la Unión Africana en Somalia vigila a un grupo de somalíes.
Un soldado de la Unión Africana en Somalia vigila a un grupo de somalíes.EFE

Bombardeos de la aviación keniana provocaron ayer al menos tres muertos y 52 heridos entre la población civil en un campo para personas desplazadas en la población de Jilib en Somalia.

La organización Médicos sin Fronteras (MSF) ha confirmado las cifras de víctimas y ha añadido que se trata “en su mayoría de mujeres y niños”. El personal de MSF en la zona “ha atendido a docenas de heridos tras un bombardeo aéreo en el pueblo de Jilib que había alcanzado un campo para personas desplazadas sobre la una y media de la tarde del domingo”, según ha señalado la organización en un comunicado.

Medios de información somalíes citan a residentes y testigos presenciales que confirman la existencia de este ataque y que aumentan la cifra de muertos a doce.

El ejército keniano ha admitido la autoría del ataque pero ha asegurado que se trataba de un objetivo militar y que no ha habido víctimas civiles.

“A las 12 horas de hoy (por ayer domingo) recibimos información de que oficiales de Al Shabab estaban visitando el campo de Jilib, por lo que aviones de guerra kenianos se dirigieron a realizar un ataque”, ha explicado Emmanuel Chirchir, portavoz de las fuerzas armadas de Kenia.

Según algunos testigos, sí había miembros de la milicia Al Shabab que habían acudido para repartir comida a las personas desplazadas. Jilib se encuentra a unos 100 kilómetros de la ciudad portuaria de Kismayo, actual bastión de esta milicia.

Al Shabab es una grupo islamista radical enfrentado desde hace años al gobierno somalí y que controla gran parte del centro y el sur del país. “El ataque de la fuerza aérea keniana dejó diez muertos entre los milicianos de Al Shabab y 47 heridos, el objetivo estaba cerca de un campo para personas desplazadas y no hay informes de daños colaterales”, ha asegurado Chirchir.

El campo para desplazados de Jilib acoge a unas 9.000 personas que dejaron sus hogares huyendo del hambre y la violencia. En la actualidad, parte de Somalia está en situación de hambruna, algo que no ocurría desde hace casi 20 años. Cerca de 4 millones de personas pasan hambre en este país y unos 450.000 niños sufren de malnutrición.

Kenia inició una incursión militar en territorio somalí hace dos semanas para combatir a Al Shabab y alejarla de la frontera entre Kenia y Somalia. El desencadenante de la ofensiva fueron los secuestros de ciudadanos europeos en Kenia por parte de bandas armadas somalíes, incluyendo a las dos cooperantes españolas Blanca Thiebaut y Montserrat Serra. Otra rehén, una mujer francesa que sufría cáncer y necesitaba medicación, murió días después de su secuestro en el turístico archipiélago de Lamu en Kenia.

Sin embargo, expertos han argumentado que la ofensiva keniana se ha producido con demasiada rapidez y organización. El portavoz del gobierno, Alfred Mutua, ha acabado reconociendo que su país llevaba tiempo planeando algún tipo de acción militar contra la milicia islamista.

El objetivo declarado de la operación es expulsar a Al Shabab de Kismayo, de cuyo puerto la milicia consigue gran parte de su financiación y donde se cree que podrían haber sido trasladadas las rehenes españolas. El pasado sábado, las autoridades kenianas pidieron refuerzos a otros países de la zona para continuar con la operación militar contra Al Shabab.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_