La policía desaloja el campamento de indignados en Atlanta
Enfrentamiento entre agentes y manifestantes en Oakland, donde 85 personas han sido detenidas en otro desalojo
La Policía estadounidense ha evacuado hoy a decenas de manifestantes de un parque de Atlanta en el que habían instalado un campamento de protesta y ha detenido a 53 personas que se negaban a abandonar el lugar. Los agentes han entrado en Woodruff Park poco después de la medianoche (hora local, las 6 de la mañana en España) después de advertir en dos ocasiones a los manifestantes de que debían marcharse, ha informado el alcalde de la ciudad, Kasim Reed, en un comunicado, denunciando que los manifestantes eran "cada vez más agresivos". No obstante, ha precisado que las detenciones se han llevado a cabo sin incidentes.
Los manifestantes de Atlanta estaban acampados en el parque desde hace casi tres semanas. Reed dijo la semana pasada que podían seguir en el parque hasta el 7 de noviembre, pero cambió de opinión el pasado fin de semana después de que los manifestantes intentaran celebrar un concierto sin planes concretos de seguridad. En su comunicado, el alcalde se ha quejado de que los manifestantes habían hecho enganches al tendido eléctrico y habían acumulado bombonas de gas, "incluso dentro de las tiendas", lo que supone una violación de las normas contra incendios.
Asimismo, ha señalado que también le preocupaban otras cuestiones de seguridad, ya que el número de tiendas superaba ya las 75. El grupo ha prometido continuar con su protesta con una marcha contra la guerra este miércoles. Sara Amis, una portavoz de Occupy Atlanta, ha criticado la represión y ha asegurado que el campamento es seguro.
La actuación se produjo horas después de que la Policía de Oakland, en California, se enfrentara con manifestantes a última hora del martes cuando más de un millar de personas marchaban hacia el ayuntamiento para expresar su enfado por el arresto de 85 personas en el campamento del movimiento Occupy Wall Street en la ciudad. Los indignados protestaban contra el violento desalojo policial de la plaza Frank Ogawa, donde unas 350 personas habían estado acampando durante dos semanas.
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