Amnistía denuncia la detención ilegal en Libia de cientos de gadafistas
La organización informa de que más de 2.000 leales fueron arrestados desde agosto Según su trabajo, casi ninguno vio una orden judicial o la intervención de la Fiscalía El informe apunta también que las palizas y las torturas a reos son "generalizadas"
A modo de bienvenida, palizas y torturas. Con palos, látigos e incluso culatas de rifle. Eso, los primeros días de arresto, antes de que los reos sean transferidos a centros oficiales de detención como el penal de Jdeida o el de Ain Zara. El riesgo de abusos decae tras las primeras jornadas a la sombra. Amnistía Internacional (AI) insiste en un nuevo informe (inglés) en denunciar la vejación de los derechos humanos en el campo de batalla de Libia. Esta vez, la ONG pro derechos humanos hace hincapié en el apresamiento ilegal de cientos de miembros de las fuerzas leales al coronel Muamar el Gadafi. Detrás de los abusos, los milicianos rebeldes y la falta de control sobre ellos del Consejo Nacional de Transición libio.
La organización con sede en Londres calcula que desde agosto alrededor de 2.500 personas han sido arrestadas en Trípoli y Al Zauiya. Según el informe titulado Los abusos a detenidos empañan la nueva Libia, el apresamiento de los gadafistas se lleva a cabo sin orden judicial y sin la intervención de la Fiscalía General. El relato hecho a personal de Amnistía de unos 300 de estos detenidos detalla que en muchas ocasiones son individuos sin identificar los que allanan las viviendas y capturan a quien se pone por delante en busca de seguidores del otrora máximo dirigente libio.
Casi la mitad de los arrestados, según recoge el informe, son de origen subsahariano. Desde que se inició el levantamiento, varias organizaciones de derechos humanos han denunciado la ofuscación de los alzados contra africanos de piel negra, apresados, torturados y acusados de ser mercenarios de las fuerzas gadafistas. Muchos de ellos han sido posteriormente liberados por falta de pruebas que les vinculase al frente leal al dictador.
Abusos a libios y extranjeros
"Los golpes eran tan duros que acababa diciéndoles lo que querían oír", afirma en las páginas del trabajo de AI un joven chadiano de 17 años. "Les dije que violé a mujeres y maté a libios", prosigue. "Ya no me pegan, pero aquí sigue habiendo palizas, a libios y a extranjeros", señala el reo, arrestado en agosto durante una operación en la que los rebeldes buscaban a un familiar sospechoso de reclutar mercenarios.
En muchas ocasiones son individuos sin identificar los que allanan las casas y capturan a quien se pone por delante
En otro de los relatos obtenidos por Amnistía, un libio de 30 años afirma que en cuanto fue llevado preso a una oficina de telecomunicaciones, sus captores empezaron a golpearle "con puños y palos". "Me acusaban de apoyar al régimen", cuenta el joven tripolitano. "Es cierto que mi padre era conocido en el barrio por ser fiel a Gadafi, pero no participábamos en el combate", continúa. "Otros dos detenidos, uno de ellos sudanés, recibieron palizas".
La ONG admite haber entablado conversaciones con el Consejo Nacional de Transición en las que este reconoce "motivos de preocupación" por la "detención arbitraria y los malos tratos" recibidos por los leales a Gadafi. Amnistía insta en un su comunicado a que el Gobierno de transición libio, a través del Ministerio de Justicia y la Fiscalía General, controle las detenciones y el trato a los reos en los centros penitenciarios antes de que "el patrón de abusos se consolide y empañe el historial de la nueva Libia".
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