Ahmadineyad propone como ministro de Petróleo a un jefe de la Guardia Revolucionaria

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha propuesto como nuevo ministro de Petróleo a un jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Rostam Ghasemí, según la agencia oficial Irna. La cartera estaba en manos de un ministro interino desde que hace tres meses Ahmadineyad quiso atribuírsela y el Parlamento se opuso. Si los diputados aprueban su nombramiento el próximo miércoles, ese cuerpo militar de élite, popularmente conocido como los pasdarán, habrá dado otro paso más en el control de la política y la economía de Irán.

Ghasemí dirigía hasta ahora Khatam al Anbiya, el brazo industrial de los pasdarán, que se encuentra sometido a sanciones internacionales por su vinculación con el programa nuclear. La empresa, fundada al concluir la guerra contra Irak para contribuir a la reconstrucción de las infraestructuras, se ha transformado en los últimos años en un conglomerado que ha penetrado todos los sectores económicos desde la ingeniería a las telecomunicaciones pasando por las clínicas oftalmológicas.

El creciente peso de los militares desde la llegada de Ahmadineyad a la presidencia ha sido objeto de muchas críticas por parte de los sectores reformistas, en particular a raíz de su penetración en el sector petrolero. A medida que las sanciones han obligado a retirarse de Irán a las multinacionales, las empresas de los pasdarán han conseguido proyectos sin competencia. El año pasado se hicieron con el desarrollo del campo gasístico South Pars, inicialmente atribuido a varias compañías occidentales, entre ellas Repsol.

De momento, está por ver que dispongan de la tecnología necesaria, pero una concesión de esa envergadura les da un gran peso en los proyectos del régimen. Nada más hacerse pública la noticia, Ghasemí declaró que estaba determinado a ampliar la presencia de Khatam al Anbiya en el sector de los hidrocarburos, según la agencia Fars (próxima a los pasdarán). El general está incluido en una lista de altos cargos sancionados por EEUU y la UE, entre los que también se encuentran el ministro de Exteriores, Ali Akbar Salehí; el titular de Defensa, Ahmad Vahidí, y el vicepresidente y responsable nuclear, Fereydun Abbasí-Davaní. En teoría, ninguno puede hacer viajes al extranjero, aunque Vahidí estuvo recientemente en Venezuela y Salehí suele obtener exenciones para poder asistir a reuniones de trabajo.

El nombramiento de Ghasemí cuando los diputados lo sometan a votación el próximo miércoles no se puede dar por hecha dadas las malas relaciones que Ahmadineyad mantiene con el Parlamento, al que ha intentado arrebatar algunas de sus competencias. Cuando el pasado mayo, después de que la Cámara pidiera una reducción de ministerios como medida de ahorro, el presidente cesó a tres de sus aliados, fusionó dos ministerios y trató de quedarse con la cartera de Petróleo, los legisladores lo denunciaron como ilegal. Desde entonces, encargó la dirección interina de la importante cartera a un ex jefe del Comité Olímpico sin experiencia en el ramo. Pero ahora se cumple el plazo máximo de tres meses que, por ley, un ministerio puede estar sin ministro.