Estados Unidos reconoce al CNT libio como el interlocutor legítimo
El Grupo de Contacto financiará los próximos dos meses de los rebeldes. Alemania ofrece tropas para una misión de paz en Libia cuando desaparezca Gadafi
Los rebeldes libios del Consejo Nacional de Transición (CNT) han recibido hoy el espaldarazo político definitivo de la comunidad internacional con su reconocimiento por Estados Unidos como "el interlocutor legítimo" del pueblo libio, en palabras de Hillary Clinton, y las promesas de contribuciones financieras del Grupo de Contacto suficientes para cubrir, como mínimo, dos meses de salarios y de necesidades básicas de la población en el este del país. La OTAN, mientras, ha reiterado su propósito de lograr la caída del régimen para dejar expedito el camino a una futura intervención sobre el terreno de la ONU y de la comunidad internacional.
Más de 20 ministros de Asuntos Exteriores, encabezados por la secretaria de Estado norteamericana, se han reunido en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) con representantes del CNT en la tercera reunión oficial del Grupo de Contacto con los rebeldes. Allí fue donde Clinton ha etiquetado al CNT de "el interlocutor legítimo", según fuentes norteamericanas.
Antes de la cita, los técnicos han dado los últimos retoques a la creación del Fondo Transitorio de Financiación (FTF), que se quería operativo inmediatamente. Este fondo se nutrirá con aportaciones voluntarias, como la de Catar, que había anunciado ya entre 400 y 500 millones de dólares, o Kuwait, que comprometió 180. Italia ha ofrecido hoy entre 300 y 400 millones de euros; Francia, otros 290; y Turquía, 100 millones dólares. Todo sumado cubre aproximadamente la mitad de los 3.000 millones de dólares necesarios para cuatro meses de que habló el exministro de Asuntos Exteriores Abdurrahman Mohamed Shalgham.
El grueso de la ayuda debería proceder del desbloqueo de fondos del régimen libio en bancos extranjeros, pero esta pretensión tropieza con el embargo decretado por Naciones Unidas. Ante la imposibilidad de obtener luz verde del comité de sanciones de la ONU, algunos países se han inclinado por una vía indirecta: conceder créditos blandos a los rebeldes con el aval de los fondos congelados.
España se ha mostrado cauta. Aunque la ministra Trinidad Jiménez ha expresado su apoyo a la fórmula que se pacte, ha centrado la cooperación española en la ayuda humanitaria, que ya suma 4,8 millones y se incrementará en otro millón. Fuentes diplomáticas han explicado que el Banco de España podría desbloquear fondos libios si la UE reformara el reglamento que regula el embargo. No se sabe cuánto dinero de Gadafi hay en España, pero sí que los pagos multimillonarios de Repsol por los contratos de hidrocarburos se acumulan desde hace meses en una cuenta del Aresbank, que ha sido intervenido.
El Grupo de Contacto ha debatido también, sin tomar decisiones, el futuro de Libia tras la caída de un Gadafi "cuyas días están contados", como ha señalado Clinton. Es la consigna internacional, repetida también en la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, donde el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, ha insistido en que "la combinación de la fuerte presión política y la militar, que aplicaremos durante todo el tiempo que haga falta, acabará por hundir al régimen".
La OTAN se ve jugando un papel secundario en la nueva Libia y está dispuesta a cubrir las necesidades de seguridad que puedan crearse "hasta que la ONU despliegue sus tropas", en palabras de Rasmussen. Thomas de Maizière, ministro de Defensa de Alemania, país que no participa en la operación Protector Unificado, ha anunciado hoy que Berlín está dispuesto a enviar soldados para el mantenimiento de la paz una vez desaparezca Gadafi.
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