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El líder de los rebeldes libios busca apoyo en China

Mahmud Jibril tiene previsto reunirse, entre otros, con el ministro de Exteriores

Uno de los principales líderes de los rebeldes libios que luchan para expulsar a Muamar el Gadafi del poder ha llegado a Pekín para realizar una visita de dos días de duración, en la que se prevé que pida el respaldo de los dirigentes chinos y quizás también ayuda financiera. Mahmud Jibril, presidente ejecutivo y responsable de asuntos internacionales del Consejo Nacional de Transición (CNT) -la organización que agrupa a los distintos grupos rebeldes-, tiene previsto reunirse, entre otros, con el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, "para intercambiar puntos de vista sobre la situación en Libia", según ha explicado hoy Hong Lei, portavoz del ministerio. Según la prensa local, uno de los puntos en la agenda será la protección de los cuantiosos intereses chinos en Libia.

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El Gobierno de Pekín, tradicionalmente contrario a intervenir en los asuntos internos de otros países, ha tenido que modificar esta política de no injerencia en la crisis del país norteafricano. Ha evitado adoptar una posición clara de respaldo a Gadafi o a la oposición, y se ha reunido con representantes de ambas partes para impulsar un alto el fuego y un fin negociado al conflicto. "Creemos que el Consejo Nacional de Transición de Libia es una fuerza política doméstica importante, y China desea mantener el contacto con el Consejo y sus partes relevantes para buscar una solución adecuada a los problemas en Libia", ha dicho Hong, según informa Reuters.

En su encuentro con los dirigentes chinos, Jibril puede que les solicite ayuda financiera para cubrir el presupuesto de 3.500 millones de dólares (2.430 millones de euros) fijado por el CNT para los próximos seis meses. Varios países prometieron dinero y suministros a los rebeldes en una conferencia realizada este mes en Abu Dhabi. Italia puso sobre la mesa créditos y ayuda por valor de 300 a 400 millones de euros, Francia dijo que desbloquearía fondos libios congelados para entregárselos al Consejo cifrados en 290 millones de euros, y Kuwait y Catar ofrecieron 180 y 100 millones de dólares (125 y 69 millones de euros), respectivamente, según algunas fuentes.

Los diplomáticos chinos se han reunido con el presidente del CNT, Mustafá Abdeljalil, al menos en dos ocasiones anteriormente: una en Doha (Catar) y otra en la ciudad libia de Bengasi. Este mes han recibido en Pekín al ministro de Exteriores del Gobierno de Gadafi, Abdelati Obeidi, a quien Pekín insistió que la "prioridad absoluta" para ambas partes debe ser alcanzar un alto el fuego.

Aunque China aceptó que el Consejo de Seguridad de la ONU diera luz verde a la acción militar contra Gadafi al abstenerse en la votación de la resolución, posteriormente ha criticado los bombardeos aéreos de la OTAN. Pekín podría haber bloqueado la intervención armada con el poder de veto de que dispone como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

China tiene importantes intereses económicos en Libia, especialmente en los sectores petrolero, de las telecomunicaciones y la construcción de ferrocarriles. Algunos de sus negocios y obras en Libia fueron saqueados cuando comenzó el conflicto. Compañías como China State Construction Engineering y China Railway Construction se vieron obligadas a abandonar a medias sus proyectos.

Según expertos de la Universidad de Pekín, las empresas chinas tenían contratos en Libia valorados en unos 18.000 millones de dólares (12.500 millones de euros). La mitad del petróleo que importó el país asiático el año pasado procedió de Oriente Medio y el norte de África.

Cuando estallaron los enfrentamientos armados el pasado febrero, Pekín montó una efectiva operación para evacuar a sus 36.000 ciudadanos, mediante barcos y aviones tanto civiles como militares.

El jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia, Mahmud Jibril (d) saluda al ministro italiano de asuntos exteriores Franco Frattini  durante una conferencia en Nápoles el pasado viernes.
El jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia, Mahmud Jibril (d) saluda al ministro italiano de asuntos exteriores Franco Frattini durante una conferencia en Nápoles el pasado viernes.EFE / CIRO FUSCO

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