Chávez moviliza a sus simpatizantes por las sanciones de EE UU a PDVSA

El anuncio de sanciones contra la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) por parte de Estados Unidos se escuchó en Caracas como un grito de guerra. "El Gobierno revolucionario hace un llamado a todo el pueblo venezolano, a la clase trabajadora, y muy especialmente a los trabajadores petroleros, a mantenerse alertas y movilizados en defensa de nuestra PDVSA y de la sagrada soberanía de la patria", pidió el Gobierno de Hugo Chávez a través de un comunicado. Y hoy, todas las sedes de la empresa han sido rodeadas por manifestantes uniformados de rojo, que daban "vivas" al Gobierno y "muerte" al imperio". "Yanquis, alerta, porque la espada de Bolívar camina, y estamos dispuestos a defender al comandante presidente con la vida", gritaba una manifestante a las cámaras de la también estatal Venezolana de Televisión. Mientras, en el marco inferior de la pantalla aparecía una invitación: "Dinostuconsigna ante la agresión de EEUU a Venezuela #VenezuelaseRESPETA" (sic).

El martes, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a siete nuevas empresas en la lista de compañías sancionadas por hacer negocios con Irán, que, según sospechas de Washington, terminan financiando el programa nuclear del régimen de los ayatolás. Entre ellas está Petróleos de Venezuela, que en lo sucesivo no podrá suscribir contratos con el Gobierno de EE UU, pero sí podrá seguir vendiendo crudo y sus derivados a empresas privadas estadounidenses.

En septiembre de 2009, Venezuela e Irán firmaron un acuerdo en el que Caracas se comprometía a suministrar 20.000 barriles diarios de gasolina a Teherán. Sin embargo, en febrero de este año, el ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, negó que PDVSA estuviese vendiendo combustible a Irán, en contravención al bloqueo impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU para sancionar al Gobierno de Mamhud Ahmadineyad por su programa nuclear. "Nosotros no le estamos vendiendo [gasolina] a Irán. (...) Entiendo que Irán ha resuelto su problema'', dijo Ramírez el 11 de febrero pasado. A pesar de ser el cuarto productor mundial de petróleo, Irán ha estado importando cerca del 40% de la gasolina que consume su mercado interno, debido a una merma en su capacidad de refinación.

"El imperio lo que quiere es el petróleo venezolano", gritaba ayer otro trabajador petrolero que decía estar "rodilla en tierra" a favor de la revolución y su combustible. Tanto lo quiere que Venezuela es el quinto proveedor de crudo de Estados Unidos. Y PDVSA, que cada mes vende más del 61% de su producción a empresas estadounidenses, ha acompañado al "imperio" en ese deseo.

De los 2,89 millones de barriles diarios de petróleo que PDVSA declaró haber exportado en 2010, 1,19 barriles diarios se vendieron al mercado estadounidense. Solo el 13% de la producción se comercializa en el Caribe y en Sudamérica, a precios preferenciales y con plazos de financiamiento de hasta 25 años.

El presidente Chávez, que desde hace un par de semanas guarda reposo por una lesión de rodilla, apoyó las manifestaciones desde la red social Twitter. "Bravo por los trabajadores de PDVSA!! Desde mi trinchera, vaya mi saludo solidario y mi palabra de aliento a todos!#VenezuelaseRESPETA", escribió a través de su cuenta @chavezcandanga. El martes también tuiteó: "Sanciones contra la Patria de Bolívar? Impuestas por el gobierno imperialista gringo? Pues:BienvenidasMr Obama!NoOlvideQSomosLos HijosDeBolivar!" (sic).

El lugar de Chávez frente a los micrófonos lo ha ocupado Rafael Ramírez, quien, además de ministro de Energía, es presidente de PDVSA. "Hoy el imperialismo pretende dictarnos normas a nosotros. No le gusta al imperio que tengamos tratos con Irán (...), con Libia (...), con Cuba. Van a tener que quedarse con las ganas", arengaba hoy Ramírez a un grupo de trabajadores del complejo de refinerías Jose, ubicado en el oriente del país. También reiteró que el Gobierno de Chávez sigue evaluando el impacto económico que podrían tener estas sanciones sobre PDVSA, para decidir las acciones comerciales y legales que tomarán en el futuro. "El comandante Chávez nos indicará la respuesta indicada al imperialismo", dijo.

Por lo pronto, el ministro Ramírez ha garantizado el suministro de petróleo a sus filiales en Estados Unidos: las empresas Citgo y Hovensa. Pero no descartó suspender los envíos al resto de las compañías norteamericanas: "Evaluaríamos, si se produjese una afectación, los suministros que hacemos a clientes que no son nuestras filiales", declaró el martes.