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Un hombre en Brasil mata a diez niñas y un niño, hiere a otros 18 y después se da un tiro en la cabeza

Un exalumno de la escuela municipal de Realengo Tasso Silveira, al oeste de Río, es el responsable del tiroteo.- La carta escrita de puño y letra por el joven que provocó la masacre revela que más que un terrorista, como se llegó a pensar, se trata de un perturbado mental con delirios religiosos

En la escuela municipal de Realengo, Tasso Silveira, en la zona oeste de Río, Welllington Menezes de Oliveira, de 24 años, exalumno de la escuela, entró en la mañana de este jueves presentándose como alguien que iba a dar una conferencia. Tras entrar en una sala con 40 alumnos entre 9 y 12 años, donde la maestra impartía clase de portugués, sacó dos revólveres del calibre 38 y disparó más de 100 tiros, matando a diez niñas y un niño e hiriendo a otros 18 alumnos, algunos en "estado muy grave", según ha contado Sérgio Cabral, gobernador del Estado de Río, en rueda de prensa.

La tragedia ha convulsionado el país. Así lo ha comunicado la presidenta de la República, Dilma Rousseff, ya que es la primera vez que en Brasil se perpetra un crimen de este tipo en una escuela. Rousseff interrumpió un acto público que estaba celebrando en el Palacio Presidencial y, visiblemente emocionada, pidió un minuto de silencio "por esos niños que han perdido su vida y su futuro".

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A su vez, el ministro de Educación, Fernando Haddad, ha calificado de "tragedia sin precedentes" el acto de violencia y ha asegurado que hoy es "un día de luto para la educación". Un grupo de policías que estaban actuando en la zona en una operación contra el transporte clandestino ha visto a las 8.30 de la mañana a un niño que salía de la escuela con la cara chorreando de sangre, han entrado en el lugar y han subido al segundo piso, donde el joven asesino se había refugiado. Un policía le ha disparado a la pierna y le ha pedido que se rindiera. Inmediatamente, el joven se ha dado un tiro en la cabeza y ha fallecido en el acto.

La tragedia podría haber sido mayor de no haber llegado a tiempo el policía que acorraló al criminal, ya que se disponía a entrar en otra sala de la escuela para seguir matando, según ha dicho Cabral. El asesino tenía armas profesionales y todavía mucha munición cuando resultó muerto, según el gobernador de Río.

En la escuela, en las otras clases, los maestros aterrorizados por los disparos, protegieron la puerta con mesas y sillas y pidieron a los alumnos que se echaran todos al suelo. Pensaron que se trataba de una acción llevada a cabo por los traficantes de drogas de las favelas.

Las madres y padres de los alumnos corrieron desesperados a la escuela para saber noticias de sus hijos. La alcaldía puso a disposición de la familia equipos de psicólogos y asistentes sociales para ayudarles, ya que muchos se desmayaron y estaban en estado de shock.

La carta escrita de puño y letra por el joven que provocó la masacre en la escuela de Río revela que más que un terrorista, como se llegó a pensar, se trata de un perturbado mental con delirios religiosos. En su carta pide que que ningún fornicador ni adúltero "toque su cuerpo sin guantes", que quiere ser enterrado junto a su madre adoptiva y que un "servidor de Dios" vaya al cementerio a "pedir perdón por él" para que en su llegada "Jesús me despierte de la muerte a la vida". Comienza su carta pidiendo que su casa, que según él no necesita ninguno de sus familiares, sea entregada a una institución que cuide animales abandonados porque, afirma "los animales son seres muy despreciados que necesitan de más protección que los seres humanos". Queda, sin embargo, el interrogante apuntado por el gobernador de Río, de por qué y cómo el joven perturbado estaba en posesión de "armas profesionales" y demostró ser tan buen tirador.

Otra de las preguntas que se hacen los investigadores es por qué el asesino, que iba vestido con camiseta verde y pantalones negros, casi como un miliciano, mató a nueve niñas y sólo a un niño y a casi todos les disparó a la cabeza y al tórax.

Ha llamado la atención también la existencia de una cuenta de Orkut (una red social de Google, muy popular en Brasil), un perfil falso de un diputado acusado de racismo. En un foro en el que se hablaba sobre acoso escolar, el comentario de este usuario decía: "No estoy llorando, me estoy preparando para una masacre que voy a llevar a cabo en la escuela donde fui acosado. En breve tendremos un documental estilo Columbine en las televisiones nacionales. Esperen...". El usuario se refería a la tragedia ocurrida en 1999 en una escuela de EE UU.

En la escuela de la tragedia de Río, donde el asesino habia estudiado cuatro años, afirman que era un buen estudiante, muy reservado, y que nunca había presentado señales de desequilibrio mental. La policía, que ha revisado la casa del asesino, está analizando tambien dicho mensaje de Orkut.

Detalle del cuerpo de Wellington Menezes Oliveira, el atacante en la escuela pública de Tasso da Silveira.
Detalle del cuerpo de Wellington Menezes Oliveira, el atacante en la escuela pública de Tasso da Silveira.JADSON MARQUES (EFE)
Secuencia del asalto al instituto de Río de Janeiro.
Secuencia del asalto al instituto de Río de Janeiro.REUTERS
Vista general de la escuela municipal de Realengo Tasso Silveira donde hoy se ha producido el tiroteo.
Vista general de la escuela municipal de Realengo Tasso Silveira donde hoy se ha producido el tiroteo.ANTONIO LACERDA (EFE)
Las familias de las 12 víctimas de la masacre en una escuela de Río de Janeiro han comenzado los velatorios y los entierros, mientras decenas de personas se acercan al centro educativo para rezar frente al santuario improvisado que han creado con flores y cruces en honor a los niños fallecidos.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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