"Obama ha vuelto a buscar soluciones comunes con América Latina"
Menos de lo que se esperaba, pero más de lo que había. Analistas, estudiosos ni políticos se ponen de acuerdo para evaluar lo que han sido los dos primeros años de la Administración Obama en lo que a la relación con América Latina se refiere. Quizá sí hay un consenso en que poco de lo prometido se ha cumplido. Y hay algunos que, pese a los problemas en la agenda, ven avances y progresos, retomando la senda que se venía recorriendo antes de George W. Bush (2001-2009).
Ese es el caso de David Scott Palmer, profesor de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de Boston, para quien, "a pesar de los vaivenes temporales (en la agenda exterior de EE UU), las iniciativas que comenzaron en el Gobierno de Bush padre (1989-1993), siguen en vigencia. Si nos fijamos en el comercio exterior, en los programas de asistencia económica, vemos que ha crecido y se mantiene".
"EE UU debe hacer lo posible por tener buenas relaciones con Brasil"
Scott Palmer reconoce eso sí que "Obama entró al poder con expectativas demasiado altas. No había forma de responderlas todas", por lo que no se ha avanzado mucho en sus planes relacionados con América Latina.
El académico, que pasa una temporada en España como profesor invitado del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, es autor de varios libros sobre América Latina y de la relación de Estados Unidos con el sur del continente. Asimismo participó este martes, en Madrid, en una mesa redonda sobre las elecciones en Perú, organizada por la Casa de América.
Para Scott Palmer, en caso de que Barack Obama obtenga un segundo mandato, la Casa Blanca sí pondrá el pie en el acelerador en algunos aspectos que afectan a la región. "En los próximos años se va a armar una nueva ley de inmigración. Urge, hay que hacerla y la van a hacer en un momento u otro. Además, en el programa contra las drogas se está armando un esfuerzo de poner más énfasis en aspectos domésticos, prevención y rehabilitación, y no solo en la aplicación de la ley", aseguró.
En el concierto regional, dos de los principales socios de Estados Unidos son claramente México y Brasil, aunque eso sí con roles diferenciados. Scott Palmer considera que "es obvio que México es el país con más relaciones con EE UU. En un contexto amplio, es el más importante en América Latina para EE UU por todos los elementos interdomésticos que ocurren por compartir 2.200 millas de frontera". Entre tanto, Brasil "ha demostrado su capacidad de extenderse a otras partes del hemisferio y del resto del mundo. Ha demostrado que es un jugador de primer nivel en el escenario regional e internacional". Por esto Washington "tiene que hacer todo lo posible por tener buenas relaciones con Brasil".
"Mi impresión es que en los últimos años, el Gobierno de Obama ha regresado al multilateralismo, ha vuelto a buscar soluciones comunes [en la región], que fue la iniciativa de Bush padre aunque Bush hijo se fue más bien por el unilateralismo. Yo creo que en ese sentido prefieren no hablar de una jerarquía de aliados", explicó.
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