Catar, una monarquía absoluta apoyada en la riqueza
El petróleo y el gas han hecho que el país sea el segundo del mundo en renta per cápita
Pese a su situación en el golfo Pérsico cercana a algunos países en los que han estallado revueltas, en Catar hay estabilidad. Quizás tenga que ver que, a pesar de la crisis financiera mundial, el país ha prosperado en los últimos años hasta el punto de que en 2010 ha tenido la mayor tasa mundial de crecimiento debido, en gran parte, al aumento de los precios del petróleo. Como publicaba la revista Foreing Policy en un artículo de febrero, "Catar se mantiene bastante estable por la gran cantidad de riqueza que distribuye".
El petróleo y el gas han hecho que Catar sea el segundo país del mundo por renta per cápita (después de Liechtenstein) y uno de los países con menor desempleo. Con 840.926 habitantes, en 2010 registró una renta per cápita de 145.300 dólares por habitante y una tasa de paro del 0,5%. Sus reservas de petróleo de 15 millones de barriles deberían permitir una producción durante al menos 37 años. Además, el país tiene aproximadamente el 14% de las reservas de gas en el mundo.
Catar está gobernado por la dinastía al Thani. Dentro de la familia destacan cuatro personas: el emir, Hamad Ben Khalifa al Thani; su hijo y príncipe heredero, Tamim Ben Hamad al Thani; su poderoso primer ministro, Hamad Ben Jassim al Thani; y su esposa, Mouza Bent Nasser al Misnad. Es un emirato en el que gobierna una monarquía absoluta y en el que el poder ejecutivo descansa en el Consejo de Ministros. La Majlis al-Shura (Asamblea Consultiva), formada por 45 miembros de los cuales 15 son designados por el emir, tiene competencias consultivas y puede proponer leyes, aprobar y enmendar el presupuesto, llevar a cabo debates sobre la política del Gobierno y hacer preguntas a los ministros. La Constitución no prevé la creación de partidos políticos aunque sí reconoce el derecho a la libertad de expresión y asociación. A diferencia de otros estados árabes, Catar tiene una de las legislaciones más liberales entre la comunidad musulmana, que es la religión mayoritaria practicada por el 77,5% de la población, aunque la sharia se aplica a aspectos como la familia.
Atentados contra los derechos humanos
Amnistía Internacional (AI) publicó en su informe de 2010 que en Catar se siguen incumpliéndose algunos derechos humanos, como la igualdad entre hombres y mujeres, ya que ellas siguen sufriendo discriminación en las leyes y en la práctica. Además, no reciben protección contra la violencia en el hogar.
La organización se queja también de la falta de libertad de expresión, pues al menos 11 ciudadanos extranjeros fueron declarados culpables de blasfemia y tres de ellos fueron condenados a siete años de prisión, la pena máxima con que se castigaba el uso de palabras consideradas insultantes para el islam. Al menos otros 52 ciudadanos extranjeros fueron declarados culpables de tener "relaciones sexuales ilícitas" y expulsados o condenados a prisión seguida de expulsión. En este sentido, AI denunciaba en su informe que al menos 18 personas, en su mayoría extranjeras, fueron condenadas a recibir entre 40 y 100 latigazos por el delito antes mencionado o por consumir alcohol, aunque no se sabe si en algún caso se ejecutó la pena.
En 2009 se condenó a muerte al menos a tres hombres y se confirmaron hasta cinco condenas. Al final del año había al menos 27 condenados a muerte.
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