Nuevo viernes de protestas en Oriente Medio
Las protestas se extienden en toda la región en otro 'Día de la Ira', convocado para exigir reformas a los gobiernos y para solidarizarse con la revuelta en Libia
Mientras todos los ojos están mirando a la batalla de Trípoli, en todo Oriente Medio los movimientos de oposición celebran otro Viernes de la Ira tras el rezo musulmán para protestar contra la corrupción de sus Gobiernos y para expresar su solidaridad con el levantamiento en Libia contra el coronel Muamar el Gadafi.
En Irak, miles de manifestantes se han echado a las calles en las principales ciudades para protestar contra la corrupción y la falta de servicios básicos en el país en un Día de la ira convocado a través de Internet e inspirado en los levantamientos populares en Egipto y Túnez. Las marchas han dejado al menos tres muerto y seis heridos en Mosul, según Efe. "Los manifestantes han sido abatidos por un desconocido en la protesta en Mosul", ha indicado una fuente de seguridad.
En Túnez, miles de personas han llenado las calles de la capital para protestar contra Muamar Gadafi por la violenta represión en la vecina Libia. Los manifestantes han pedido la dimisión del primer ministro interino, Mohamed Ghanuchi, y de los otros miembros del antiguo régimen del presidente Ben Alí.
En El Cairo, decenas de miles de personas se han concentrado en la plaza de la Liberación para conmemorar que se cumple un mes de la primera de la serie de marchas que acabó con la salida de Hosni Mubarak. Los manifestantes han exigido la formación de un nuevo Gobierno y que el expresidente Hosni Mubarak sea llevado ante los tribunales. La manifestación, convocada por los mismos grupos que organizaron las protestas que acabaron con el régimen de Mubarak el pasado 11 de febrero, se desarrolla en medio de especiales medidas de seguridad. El acceso a la plaza Tahrir está siendo custodiado por soldados, apoyados por tanques y tanquetas.
Siguen las protestas también en Yemen. Decenas de miles de partidarios y detractores del presidente, Abdalá Saleh, se manifestan hoy en la capital, Saná. Es la última de una larga serie de protestas populares contra el régimen instaurado hace 32 años. El Ministerio del Interior ha ordenado el aumento de la seguridad en la capital para evitar los posibles enfrentamientos entre partidarios y opositores del presidente Saleh. En las últimas semanas, la represión de las protestas se ha recrudecido ylos manifestantes han elevado sus demandas, exigiendo al dimisión de Saleh. En cambio, los partidos opositores -socialistas, islamistas y nasseristas- han moderado sus peticiones y ahora se conforman con que Saleh salga de la escena política cuando finalice su mandato.
En Bahrein, por primera vez, los líderes religiosos han hecho un llamamiento a que la población salga a la calle a defender sus reivindicaciones, lo que podría cambiar la dinámica. Más de 100.000 manifestantes se han reunido esta mañana en la plaza de Perla de Manama en lo que los organizadores llamaron la mayor manifestación pro-democracia de la historia de Bahrein, donde la monarquía lucha para mantenerse en el poder.
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