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Ben Ali, expresidente de Túnez, en coma en un hospital saudí

El periodista Nicholas Beau precisa que el estado del exmandatario "es muy preocupante" y que ingresó con una identidad falsa por razones de seguridad

Zine el Abidine Ben Ali, de 74 años, ex presidente de Túnez, está en coma desde el martes por la tarde en un hospital de Yeda (Arabia Saudí) tras haber sufrido un derrame cerebral. Nicolas Beau, un periodista francés de investigación y co autor de dos libros sobre Túnez (Nuestro amigo Ben Ali y la Regenta de Cartago) dio ayer la noticia en su blog. Horas después fuentes del entorno del ex presidente lo confirmaron a varios medios de comunicación franceses.

El periodista Beau precisó que Ben Ali había ingresado con falsa identidad, por razones de seguridad, en un centro hospitalario exclusivo utilizado por la familia real saudí. "Su estado es muy preocupante", precisa.

Ben Ali sufría desde hace años de un cáncer de próstata, pero el accidente cerebrovascular que padeció el martes no guarda ninguna relación con su enfermedad crónica. Es más bien producto del disgusto que padece tras su derrocamiento.

Ben Ali huyó de Túnez el 14 de enero tras cuatro semanas de manifestaciones contra su régimen. Buscó asilo en varios países, entre otros en Francia, pero al final solo el rey Abdalá de Arabia Saudí se mostró dispuesto a acogerle. Permeneció 23 años en la jefatura del Estado.

Su esposa, Leila Trabelsi, de 53 años, no está con él en Yeda. Se encontraría en los Emiratos Árabes Unidos o en Libia.

La aflicción de Ben Ali por la pérdida del poder ha sido mayúscula. El semanario francés Le Nouvel Observateur constituyó, a principios de mes, las circunstancias de la salida del presidente de Túnez.

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Ben Ali gimoteaba despavorido en el aeropuerto de Túnez. No quería irse del país, se resistía a embarcar en el avión. "¡Vas a subir!", le espetó Ali Seriati, jefe de la seguridad presidencial, que le agarró y le forzó a subir la escalerilla.

Seriati le repitió una vez más, para tranquilizarle, que su ausencia del país sería temporal, que en cuanto la situación mejorase, podría regresar, y Ben Ali fingió créerselo.

Junto con Seriati acompañaban al presidente su esposa Leila Trabelsi; Mohamed, de 5 años, el hijo varón del matrimonio; su hija Halima y su novio, así como el mayordomo Mustafá y dos criados filipinos.

Leila Trabelsi trató con rudeza a su marido alelado recurriendo a ese lenguaje salpicado de tacoshabitual en ella. "¡Sube imbécil!", le dijo. "'Toda mi vida tuve que soportar tus imbecilidades!". Una hilera de soldados tunecinos que rodeaban el avión presidencial asistieron en silencio a la despedida.

La esposa de Ben Ali, que antes de conocerle fue vendedora ambulante y peluquera, no se quedó con él en Yeda sino que se tratasó a Dubai o a Trípoli, según las fuentes. Durante casi toda la crisis Leila Trabelsi no estuvo en Túnez sino en Dubai desde donde llamaba con frecuencia a su marido instándole a aferrarse al poder y a enderezar la situación.

El expresidente Ben Ali, en la última campaña electoral, en octubre de 2009.
El expresidente Ben Ali, en la última campaña electoral, en octubre de 2009.AFP

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