Los sirios convocan manifestaciones contra el Gobierno de Al Asad este fin de semana

La protesta en el mundo árabe se extiende hacia el Este. Activistas sirios han convocado manifestaciones contra el presidente Bashar Al Asad para este fin de semana, siguiendo el ejemplo de las protestas de Túnez y Egipto. Los organizadores reivindican más libertades, políticas sociales y el fin de la ley de emergencia en vigor desde 1963, por la que todas las concentraciones son ilegales a no ser que cuenten con la autorización previa del Ejecutivo. Aunque la primera marcha está prevista para hoy, hasta el momento, no ha trascendido ninguna protesta.

Damasco ya vivió un conato de manifestación el pasado miércoles, cuando unas decenas de personas se concentraron en apoyo a las revueltas de Egipto. La organización estadounidense Human Rights Watch ha asegurado que los asistentes sufrieron la agresión de hombres vestidos de civiles, pero que la policía se negó a intervenir.

Al Asad cree que su país es más estable porque la clase dirigente se mantiene próxima a los intereses de la población

Las protestas del fin de semana están convocadas para hoy y mañana a las puertas del Parlamento de Damasco y en las ciudades de Homs, Aleppo y Qamishli, así como frente a las embajadas sirias de todo el mundo (Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y Países Bajos), según la cadena árabe Al Yazira. Otra manifestación simultánea de partidarios de Al Asad está prevista en Damasco.

La convocatoria a través de Facebook, llamada La revolución siria, reúne a casi 15.000 seguidores, muchos de ellos nacionales que viven fuera de su país. La red social está oficialmente bloqueada en Siria desde 2007, aunque muchos internautas consiguen burlar el bloqueo y unos 30.000 tienen cuenta en el portal. Los usuarios denuncian que, a raíz de las protestas de Egipto, el Gobierno ha reforzado su control sobre el acceso a Internet, especialmente a salas de chat y redes de intercambio de información, informa Al Yazira.

Al Asad vaticina "una nueva era"

Al Asad reconoció esta semana en una entrevista a The Wall Street Journal que las actuales protestas en el norte de Africa y en Oriente Próximo vaticinan una "nueva era" en la que los dirigentes deberán hacer más por atender las necesidades de los pueblos.

A este respecto ha anunciado reformas políticas orientadas a conceder más poder a las ONG, establecer nuevas leyes sobre medios de comunicación y a cambiar el sistema electoral. No obstante, mantiene que la estabilidad y la economía son más importantes que las reformas.

Sobre el temor a que en su país se sucedieran revueltas como las de Túnez y Egipto, Al Asad aseguró que su país es más estable porque la clase dirigente se mantiene próxima a los intereses de la población.