Aristide también quiere volver a Haití
El abogado de Duvalier sostiene que no será juzgado porque los delitos económicos están prescritos.- No lo están las demandas por crímenes contra humanidad presentadas por cuatro víctimas
Tres días después del regreso por sorpresa a Puerto Príncipe del exdictador haitiano Jean Claude Duvalier tras un exilio de 25 años en Francia, el también expresidente de Haití Jean Bertrand Aristide ha expresado su deseo de seguir sus pasos y volver al devastado e inestable país caribeño como "ciudadano privado". Aristide, de 57 años, ha enviado hoy una carta al Gobierno de Sudáfrica, donde se encuentra exiliado desde 2004, en la que declara sus intenciones.
"Una vez más, reitero que estoy listo a salir (para Haití) hoy, mañana o a cualquier momento", escribe Aristide según la pagina Haití Press Network. El exmandatario explica que su deseo de regresar al país se ha reavivado por "los enormes desafíos que enfrenta desde el devastador terremoto del 12 de enero de 2010". "Desde mi llegada a este continente (África) el pueblo de Haití nunca ha dejado de alentar mi regreso", asevera. El objetivo declarado por Aristide es trabajar con la población en materia de educación. "El objetivo es muy claro", asegura en la misiva. "Se trata de contribuir para servir" a los haitianos como "simple ciudadano" en la educación, agrega el ex gobernante. Aristide asegura, además, que quiere regresar a su país por razones de salud, ya que en los últimos años ha sido operado hasta seis veces de los ojos. "Los cirujanos son excelentes, pero el terrible dolor experimentado durante el invierno se debe evitar para reducir el riesgo de complicaciones y la ceguera", aclara.
El proceso contra Duvalier
En consecuencia, el ex dirigente solicita a los gobiernos de Haití y de Sudáfrica que se pongan de acuerdo para coordinar su regreso a la isla, al tiempo que agradece a las autoridades del país africano su hospitalidad. Aristide, de 57 años, fue el primer presidente elegido democráticamente en Haití tras décadas de dictaduras. En 1991 accede al poder, aunque inmediatamente es derrocado por un golpe de Estado. En 1994 es restituido en el cargo para culminar sus dos años de mandato. En 2001 es reelegido y derrocado tres años después. Desde entonces ha permanecido exiliado en Sudáfrica. Los movimientos de ambos ex presidentes se producen en el marco de una grave crisis política por las sospechas de fraude en la primera vuelta electoral. La Organización de Estados Americanos ha recomendado la sustitución del candidato oficialista, Jude Celestin, por el músico Michel Martelly, quien en realidad habría sido el segundo más votado y, por tanto, debería enfrentarse en la segunda ronda de votaciones a la ex primera dama, Mirlande Manigat.
Mientras tanto, uno de los abogados de Duvalier ha asegurado que no podrá ser procesado por los delitos económicos que pesan contra él porque, según las leyes del Haití, ya han prescrito. A su llegada al país, el antiguo mandatario fue acusado de corrupción, abuso de poder, robo y apropiación indebida de fondos públicos durante su mandato, entre 1971 y 1986. La justicia le puso ayer en libertad con cargos.
El letrado Reinol George ha explicado que la legislación haitiana recoge la figura del "estatus de limitación", según el cual ningún delito podrá juzgarse transcurridos 10 años desde su comisión. "Tengo que guiarme por la ley, así que las acusaciones deberían haberlas hecho a tiempo", ha declarado George en una entrevista en TeleSur. No obstante, este plazo solo rige para los delitos comunes, entre los que se enmarcan las imputaciones realizadas por el Estado -corrupción, robo y apropiación indebida de fondos públicos-. El artículo 41 de la Constitución haitiana contempla una excepción para los llamados delitos "atroces", entre los que de encuentran los de lesa humanidad. Así las cosas, quedarían sin efecto las imputaciones estatales, no así las acusaciones de tortura de cuatro víctimas del régimen, entre ellos una ex portavoz de la ONU, presentadas ayer, que sí pueden desencadenar en un proceso penal.
Las demandas fueron presentadas por la periodista Michele Montas, ex portavoz del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; así como por Alix Fils-Aime y Rosiers Claude, dos antiguos presos políticos, y Nicole Magloire, víctima de la dictadura de Baby Doc, según publican los medios locales Haití Libre y Haití Press Network. La comunicadora haitiana, cuyo difunto esposo, el también periodista Jean Dominique, fue enviado al exilio durante el régimen de Duvalier, explicó que presentaron la denuncia por "detención ilegal, exilio, destrucción de la propiedad privada, tortura física y moral, violación de los derechos civiles y políticos". Duvalier, alias Baby Doc, gobernó Haití de 1971 a 1986 como sucesor de su padre, Francois Duvalier, quien lo había hecho desde 1957. Los Duvalier lideraron un régimen al que se considera responsable de numerosos crímenes y del desvío de sumas millonarias pertenecientes a los fondos del Estado.
En este sentido, diversas organizaciones de Derechos Humanos han señalado a Duvalier como el responsable de la muerte de 150.000 personas, víctimas de ejecuciones extrajudiciales y de desapariciones forzosas, en su mayoría, a manos de la milicia progubernamental conocida como los tonton macoutes. En 1987, Duvalier, de 59 años, fue juzgado ante un tribunal por una demanda civil por el presunto desvío en beneficio propio de 120 millones de dólares de fondos del Estado, y en 1991 se presentó otra demanda por el supuesto robo de 800 millones que al parecer tenía en distintos bancos de Estados Unidos, Suiza y Francia. Desde su llegada en un vuelo procedente de Martinica, no ha aclarado los motivos exactos de su vuelta, aunque sí apuntó que ha llegado "para quedarse" y no descartó la posibilidad de que pueda reanudar su carrera política.
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