Berlín resta importancia al contenido de las revelaciones
El portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seifert, asegura que la publicación de los cables "no tendrá consecuencias para las relaciones entre estados Unidos y Alemania".
Si bien se muestran "preocupados" por la filtración, en el Gobierno alemán han optado por intentar quitarle hierro a la controversia. El portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seifert, ha asegurado hoy que la publicación de los cables "no tendrá consecuencias para las relaciones entre estados Unidos y Alemania". Ha añadido, no obstante, que podrían ser muy negativas en otras partes del mundo. El que peor parado sale en los cables diplomáticos, el ministro de Exteriores y vicecanciller de Alemania Guido Westerwelle, ha mostrado indiferencia respecto a los "cotilleos y chismorreos" que, según sostiene, componen las filtraciones publicadas el domingo.
Se ha dicho además convencido de que no hay ningún informante en las filas de su partido, el liberal FDP. En los cables se habla de un "joven y ambicioso" militante liberal que, tras las elecciones de 2009, expuso a los diplomáticos estadounidenses en Berlín detalles pormenorizados de las negociaciones de coalición entre FDP y los democristianos de Merkel. Asegura Westerwelle que "no todo lo publicado es verdad".
Los informes confidenciales de los diplomáticos estadounidenses dejan a Westerwelle en pésimo lugar. Se dice en ellos que "tiene poca sustancia" y que está en permanente gresca con el ministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg (CSU). Según se recoge en los cables, Guttenberg se quejó ante diplomáticos estadounidenses de que Westerwelle impidiera un aumento significativo de las tropas alemanas en Afganistán, a principios de este año.
"No todo es verdad", asegura el Vicecanciller, pero sí es ilegal: "Son datos recabados contra la ley, de forma criminal, con los que se está ganando dinero." Para Westerwelle, la publicación de los documentos "no es un acto altruista por la libertad de conciencia". Y ha añadido que su Ministerio "analiza cuidadosamente los documentos". El ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble (CDU) ha dicho que no leerá los informes, porque le son "desagradables". Los ha comparado con los expedientes de la temida policía política de la Alemania Oriental, la Stasi. En los cables, se cita a un informante que lo llama "viejo iracundo". No obstante, también sale retratado como firme aliado de EE UU en la lucha contra el terror. El jefe del Grupo Parlamentario democristiano, Volker Kauder, se ha mostrado disgustado por la publicación. "Un país como estados Unidos debería tener más cuidado en cómo protege sus datos", ha dicho.
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