Varios atentados en Irak causan más de una veintena de muertos
Dos explosiones en Kerbala y Nayaf estaban dirigidas contra peregrinos chiíes.- Un tercer ataque deja 10 muertos en Basora.- Los incidentes coinciden con una reunión para intentar formar Gobierno tras ocho meses de bloqueo
Dos atentados dirigidos contra fieles chiíes, la mayoría procedentes de Irán, han provocado una nueva matanza en Irak. Al menos diez han muerto en la explosión de dos coches bombas que han explotado en las ciudades santas de Kerbala y Nayaf. Nueve de ellos eran iraníes, según ha confirmado el ministro de Salud del país persa. Un tercer ataque perpetrado, también con coche bomba, en Basora ha dejado 17 muertos. Los atentados se producen el mismo día que los líderes de los principales partidos se reúnen para intentar formar Gobierno y acabar con ocho meses de vacío de poder, en los que ha aumentado la tensión en el inestable país.
El jefe del gobierno provincial, Mohammed al-Moussawi, ha confirmado que el coche bomba que ha explotado en Kerbala tenía como objetivo a los peregrinos iraníes en la zona. De los siete fallecidos, seis eran iraníes. La explosión se produjo en los alrededores de una mezquita de la localidad santa, a 110 kilómetros al sur de Bagdad. El otro ataque se produjo cerca de varios autobuses de peregrinos que se dirigían al santuario del imam Alí, en Nayaf. Cientos de miles de iraníes han viajado al vecino Irak desde la caída de Sadam Husein, en 2003, para visitar los lugares sagrados para la rama chií del islam. Durante su mandato, Sadam, suní, aplastó las insurrecciones de la mayoría chií, prohibió los festivales religiosos de esta rama y se enfrentó en una guerra de ocho años contra Irán. Los peregrinos son un objetivo frecuente de los grupos insurgentes suníes, que consideran apostatas a los chiíes.
La semana pasada, una docena de explosiones coordinadas contra barrios chiíes en Bagdad mataron a más de 60 personas. Dos días antes, el intento de rescate de unos rehenes retenidos en una iglesia de la capital acabó con más de 50 muertos.
Esta ola de violencia puede ser, según analistas citados por la BBC, un último intento de Al Qaeda de explotar el vacío de poder en el país, que lleva casi ocho meses sin Gobierno pese a las presiones de Estados Unidos.
Reunión crucial
Los principales líderes políticos iraquíes se reúnen en estos momentos en la capital kurda, Erbil, para tratar de firmar un acuerdo de Gobierno, ocho meses después de unas elecciones muy reñidas. Según las imágenes difundidas por la televisión pública iraquí, en el encuentro, que se prolongará hasta el miércoles, participan todos los dirigentes de los partidos más importantes, además del presidente, Yalal Talabani, y del primer ministro en funciones, Nuri al Maliki.
El chií Al Maliki parece estar cerca de lograr un segundo mandato, pero trata de conseguir el apoyo de una coalición intersectaria. Ayer mismo, el portavoz del Gobierno iraquí, Ali Dabag, aseguró que los bloques políticos habían acordado que Al Maliki siga presidiendo el Gobierno, aunque la información no fue confirmada por Iraquiya, la coalición interconfesional liderada por el suní Iyad Alaui, vencedor de los comicios de marzo, aunque sin una mayoría suficiente para formar gabinete.
Esta es la primera ocasión desde los comicios de marzo que los líderes iraquíes se juntan en una misma mesa. La reunión está auspiciada por el presidente del Gobierno autónomo del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.
La salida del bloqueo político es fundamental para intentar recuperar la estabilidad. Mientras Al Maliki e Iyad Alaui pugnan por alcanzar el poder, los ataques de la insurgencia se han multiplicado. Tampoco ayuda a mejorar la seguridad el fin de la operación de combate de las tropas estadounidenses, en agosto pasado. Quedan en el país 50.000 soldados de EE UU, para apoyar a las tropas nacionales y para labores antiterroristas, que tienen previsto salir definitivamente de Irak en diciembre de 2011.
"Gobierno de unidad nacional"
"Estoy seguro de que los reunidos aquí se conducirán por los sentimientos nacionales para llegar a un acuerdo sobre todos los puntos y formar un nuevo Gobierno de unidad nacional", afirmó Talabani en un mensaje inicial. Al Maliki, por su parte, convocó a los presentes para hacer "más esfuerzos en la reconstrucción del país" e hizo votos por pasar a una nueva página en la historia "y olvidar el pasado de conflictos".
"Lo que se pide de nosotros en esta reunión es lograr la unidad nacional para hacer frente a los desafíos, conseguir la reconciliación nacional, porque las políticas del terrorismo estaban a punto de sembrar las diferencias entre los componentes del pueblo, y lograr una participación nacional verdadera", agregó.
Por su parte, Alaui habló sobre la necesidad de formar rápidamente un Gobierno y definir temas como "una participación nacional verdadera, que sea equilibrada y que no tenga bases sectarias
o étnicas". "Sin la participación de todos los bloques no va a haber unidad ni distribución equilibrada de los poderes", agregó.
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