Marruecos intenta desactivar la protesta saharaui
Rabat propone regalar 600 parcelas para la construcción de casas
Las autoridades marroquíes anunciaron el pasado fin de semana las primeras medidas sociales concretas para tratar de desactivar la mayor protesta saharaui desde hace 35 años en la que participan 20.000 personas acampadas desde hace más de tres semanas en las afueras de El Aaiún, la capital de la antigua colonia española.
El Gobierno Civil de El Aaiún propuso regalar 600 parcelas a viudas y mujeres saharauis para la construcción de viviendas. Más tarde la oferta abarcará a otras categorías de la población autóctona. La entrega de esas parcelas suele ir aparejada de un pequeño crédito para construir la casa. También anunció la entrega de unas libretas que dan derecho a cobrar un salario social de unos 130 euros mensuales.
El anuncio ha interesado a parte de los saharauis instalados en el campamento de Agdaym Izik, a 15 kilómetros al este de El Aaiún, según la MAP, la agencia oficial de prensa marroquí. "Varios ciudadanos acampados acudieron en la noche del domingo al lunes hasta la sede del Gobierno Civil para poder aprovecharse de la distribución de esas parcelas", asegura.
El comité compuesto por nueve saharauis que regenta el campamento de protesta celebró ayer, lunes, por la tarde un mítin explicativo con los acampados. Recordó que beneficiarse de esas propuestas implicaba, primero, tener que abandonar el campamento y que, en anteriores ocasiones, Rabat había incumplido lo prometido. Hizo además hincapié en la necesidad de mantener la unidad de los saharauis para lograr el cese del expolio de las riquezas de su tierra, fundamentalmente pesca y fosfatos.
El comité de coordinación se niega a entablar una negociación a fondo con las autoridades -el sábado dio plantón al ministro del Interior Taieb Charkaoui que les esperaba en El Aaiún- mientras se mantenga el "cerco militar" alrededor del campamento, las restricciones a la entrada de alimentos y la prohibición a la prensa de visitarlo.
La agencia MAP insistió ayer, por cuarto día consecutivo, en que el viernes pasado la Guardia Civil mató en Melilla, a causa del disparo a bocajarro de una pelota de goma, a Younes, un adolescente musulmán de 16 años. La Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma lo desmintió en la madrugada del sábado, pero su mentís ha sido ignorado por la prensa oficialista de Marruecos.
La agencia estatal aseguró además ayer que las autoridades españolas habían impuesto un "cerrojazo" informativo a cuanto sucede en Melilla. La denuncia se asemeja a las quejas que formula la prensa españolas y europea ante las crecientes dificultades para trabajar en El Aaiún y la prohibición a los periodistas de acceder al campamento saharaui dónde logran, a veces, entrar recurriendo a subterfugios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.