Macrooperación en Puerto Rico contra el tráfico de droga y armas
El operativo del FBI se salda con 133 detenidos, agentes de policía, oficiales de prisiones y militares de EE UU entre ellos
Un total de 133 policías y funcionarios públicos han sido detenidos este miércoles en Puerto Rico en la mayor operación contra la corrupción policial relacionada con el tráfico de drogas llevada a cabo en la historia de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). El jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, ha dicho en una conferencia de prensa que 89 policías y 44 funcionarios fueron detenidos por distribución de drogas y estupefacientes, delitos que originaron una operación que definió como la más importante contra la corrupción policial y el narcotráfico en la historia de la institución, también por la cantidad de agentes que han participado en la operación.
Fraticelli ha señalado que la operación se llevó a cabo tras una larga investigación realizada por el FBI entre julio de 2008 y septiembre de 2010. La operación, bautizada como la La Caseta del guardia, ha implicado la participación de mil agentes del FBI, muchos llegados desde distintas jurisdicciones de Estados Unidos. Los pliegos de acusación son el resultado de 125 operaciones del trasiego de la droga investigadas desde julio de 2008 y septiembre de 2010.
Los detenidos en la operación incluyen a oficiales de la Policía de Puerto Rico, policías municipales, agentes del Departamento de Prisiones, miembros de la Guardia Nacional y ex oficiales de ley y orden, entre otros. Previamente, el portavoz del FBI en Puerto Rico, Harry Rodríguez, había informado sobre el arresto de diez policías en la isla y la detención de dos personas más en los estados de Virginia y Nueva York, en Estados Unidos.
La participación de los acusados consistía en proveer protección con armas de fuego a traficantes de estupefacientes y a cambio recibían pagos de entre 500 y 4.500 dólares por cada operación. El "modus operandi" que seguían los acusados consistía en registrar a los compradores de droga, proteger con armas de fuego a los traficantes y vigilar los alrededores de los lugares donde se llevaban a cabo los
intercambios. Ahora los agentes detenidos están acusados de conspiración para distribuir drogas, intento de distribuir estupefacientes y la utilización de armas de fuego durante la comisión de crímenes relacionados con el narcotráfico.
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