La Policía española asegura que el marroquí supuestamente apaleado atacó a los cuerpos de seguridad fronterizos
La versión de Marruecos asegura que fue una agresión racista motivada por las malas condiciones higiénicas de unas sardinas
El tercer conflicto en la frontera entre Marruecos y Melilla en los últimos 15 días tiene ya versión española. Según la policía, el estudiante Mustafa Bellahcen, de 30 años, abofeteó y escupió a una agente nacional. Un guardia civil acudió a auxiliarla, recibiendo también varios golpes y salivazos. El resto de agentes detuvieron a Bellahcen. Según la versión marroquí, el estudiante fue agredido por la policía española por que sus sardinas no cumplían las condiciones de higiene requeridas.
Bellahcen se acercó al puesto fronterizo de Farhana con una bolsa de sardinas y un pasaporte de nacionalidad francesa. Una mujer policía nacional le indica que por este paso solo se puede atravesar con DNI con dirección en Melilla o tarjeta de residencia en Nador. Beni Anzar es la frontera oficial, el resto, pasos "de buena vecindad" entre ciudades. El hombre le escupe y ocurre el incidente. Tanto el guardia civil como la mujer policía fueron llevados al Hospital Comarcal donde les atendieron por lesiones en ojo, cara, y brazo.
Rabat dio ayer su versión en un comunicado. Bellahcen fue "agredido físicamente por elementos de la policía española", señala el comunicado el Ministerio de Exteriores marroquí. Se le reprochaba, al parecer, que sus sardinas "no cumplían las condiciones de higiene requeridas". "Tras ser golpeado tuvo que ser transportado al hospital de Melilla". Se trató de una actuación "racista".
Los otros incidentes
El jueves pasado otro joven marroquí, Karim Lagdaf, se vio envuelto en un suceso similar. El 16 de julio fueron cinco marroquíes, de entre 18 y 28 años, residentes en Bélgica los que padecieron el "maltrato policial" en la frontera de Melilla, según Rabat, por llevar en el asiento trasero de su vehículo una bandera marroquí que la policía española les obligó a quitar. Los cinco jóvenes se personaron el jueves pasado en las dependencias judiciales de Melilla, acompañados por un abogado, Javier Guisasola, para demandar a la Policía Nacional por extralimitarse y por lesiones.
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