Teherán decreta el cierre de servicios públicos y privados por las altas temperaturas

El Gobierno iraní declaró festivos ayer y hoy en 19 provincias debido a las altas temperaturas. La medida mantuvo cerrados todos los centros públicos, a excepción de hospitales y bancos, pero fue ampliamente ignorada por el sector privado. Incluso los comerciantes del Gran Bazar abrieron sus puestos después de los tres días de huelga de la semana pasada. Para muchos iraníes, ese paro, más que el calor, explica la repentina decisión el sábado de decretar dos festivos tras un puente de tres días.

"¿De qué quieren que vivamos? Yo si no trabajo, no cobro", se quejaba una esteticista en el barrio de Jordan. Ella, como la mayoría de los autónomos y de los pequeños comerciantes, obvió el llamamiento de las autoridades. De acuerdo con fuentes oficiales citadas por la agencia Mehr, se ha declarado festivo "por el bienestar de los ciudadanos y para ahorrar energía en las organizaciones e instituciones del Estado". La medida ha convertido en un macropuente de cinco días el largo fin de semana por la festividad el sábado de la revelación a Mahoma. Irán descansó jueves y viernes.

Tanto Teherán como otras 18 provincias llevan varios días por encima de los 40ºC y la organización meteorológica predice que esas temperaturas se mantendrán hasta hoy en al menos 10 de ellas. El director de la Organización para la Gestión de Crisis, Hosein Bagherí, admitió que en años anteriores también se alcanzaron temperaturas de entre 40ºC y 42ºC, pero precisó que no había sido de forma continuada.

"Hizo más calor la semana pasada", aseguraba por su parte un tendero que, como la esteticista, atribuía la medida oficial a la huelga del Gran Bazar. El pasado martes, los gremios de joyería y del textil iniciaron una huelga por la subida de los impuestos directos. Las protestas se extendieron el miércoles a Isfahán y Tabriz. Los rumores apuntaban a un aumento del 70%, aunque una fuente oficial aseguró que sólo era del 30%.

En cualquier caso, el gremio del textil quiere que se elimine esa tasa debido a la crisis económica que, a pesar de las grandilocuentes declaraciones del Gobierno, está afectando a sus ingresos. El jueves, la policía detuvo a su representante. Esa detención y los persistentes rumores de la muerte en extrañas circunstancias de otro de los líderes de la huelga, hacían temer que el paro se extendiera a los bazares de las principales ciudades del país.

El Bazar ha sido tradicionalmente el centro del poder económico de Irán y su cierre fue determinante para el triunfo de la revolución islámica en 1979. Sin embargo, en la última década su influencia ha mermado ante el ascenso de una nueva clase económica liderada sobre todo por ex oficiales de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico del régimen. Uno de los líderes de la oposición, Mehdi Karrubí, rompió el tabú al acusar a ese cuerpo de ser "favorable a las sanciones internacionales porque obtiene beneficios astronómicos de ellas".