"Esta ley no hay que enmendarla, sino borrarla"
Los periodistas italianos hacen frente común contra la mordaza que Silvio Berlusconi quiere poner a los medios, con pocas y previsibles excepciones
El director de il Fatto Quotidiano, Antonio Padellaro, ha valorado así la convocatoria de huelga: "Ésta es una ley vergonzosa que no se puede enmendar, sólo hay que borrarla. No excluimos otras protestas en septiembre". Il Fatto es uno de los diarios más polémicos con Silvio Berlusconi, pero hasta el último momento ha dudado en protestar enmudeciéndose: "Amordazarse contra la ley mordaza no nos parecía la medida más adecuada, pero hemos comprendido que salir con una edición monográfica mientras los demás callaban habría creado confusión, así que nos hemos uniformado".
Algunos periódicos, pocos, han salido a la calle y contra ellos Padallaro es tajante: "Nosotros queremos que el sindicato de los periodistas eche a los esquiroles que están en los quioscos. No sólo no comparten nuestros valores, sino especulan con ellos".
Uno de los que ha salido, aunque solo ha sido repartido de manera gratuita y no ha llegado a los quioscos, es el Secolo d'Italia, el diario cercano a la corriente de Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de los Diputados y cofundador del Pueblo de la Libertad con Silvio Berlusconi, que más de una vez ha manifestado su perplejidad sobre la ley mordaza.
El codirector del Secolo, Luciano Lanna, afirma: "La ley sobre las interceptaciones tenía que hacerse, pero no estamos de acuerdo con gran parte de su contenido. No debe haber prisa en aprobarla, necesita tiempo para que el derecho a la privacidad no perjudique la lucha al crimen organizado. Por lo que concierne a la protesta, creemos que los lectores tienen que seguir siendo informados".
Además, están a la venta il Giornale, diario de la familia Berlusconi, Libero, Il Tempo y el Riformista, que en teoría es de orientación centro-izquierdista, pero que ha preferido no autoamordazarse.
Il Manifesto, histórico periódico de izquierda, ha decidido adherirse a la huelga, aunque su situación económica es muy difícil y un día sin ingresos puede resultarle fatal. "Si hoy hubiéramos salido, a lo mejor habríamos pagado a todos nuestros periodistas, pero ésta era una huelga política y teníamos la obligación de participar", explica el subdirector Angelo Mastrandrea. "La huelga de hoy ha sido un éxito, el black-out es prácticamente total, pero el mes de fuego será septiembre. Para entonces nos plantearemos nuevas formas de protestas, también para garantizar la financiación a las editoras independientes", concluye Mastrandrea.
Padellaro, hablando de los periodistas que no se han adherido, es más pesimista: "Como decía el escritor Ennio Flaiano, la situación es grave, pero no es seria".
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