Bielorrusia amenaza con cerrar el flujo de hidrocarburos a la UE
El Gobierno del presidente Luckashénko insiste en que la rusa Gazprom aún le debe 32 millones de dólares
El pago realizado ayer por Gazprom -228 millones de dólares o unos 184,8 millones de euros- no ha solucionado el conflicto entre Bielorrusia y Rusia. El problema es que Minsk considera que Moscú no ha cancelado el total de la deuda por el tránsito del gas ruso hacia Europa, que según los cálculos bielorrusos en realidad asciende a 260 millones de dólares, o sea, a 32 más de lo pagado por Gazprom.
Alexandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, advirtió hoy que si mañana no recibe el resto del dinero que según él debe el monopolio gasístico ruso, cerrará el paso a Europa no sólo del gas sino también del petróleo.
"Advierto una vez más al Gobierno: el no pago por parte de Gazprom de todo el volumen de los servicios en las próximas 24 horas debe conducir a la suspensión de todos los servicios de transporte de hidrocarburos -petróleo y gas- para la Federación Rusa", declaró hoy Lukashenko durante una reunión con el gabinete de ministros.
Serguéi Kupriánov, portavoz de Gazprom, declaró a El País que si Bielorrusia corta el suministro de gas a Europa, "estará comentiendo un acto ilegal", ya que la compañía le ha pagado la totalidad de lo que, según el contrato correspondiente, le debe.
Lo que sucede es que el contrato prevé un aumento de la tarifa de tránsito, pero ello está condicionado al permiso para que la compañía mixta creada por Gazprom con los bielorrrusos pueda comenzar a operar en el mercado interno del vecino país. Eso aún no ha sucedido, y mientras la nueva compañía mixta no obtenga acceso al mercado interno bielorruso, Minsk no puede subir el precio de tránsito del combustible, según había explicado Kupriánov anteriormente.
Mientras tanto, en Moscú transcurre hoy la reunión anual de accionistas de Gazprom, donde se analizan los resultados de uno de los peores años que ha tenido la compañía más cara de Rusia. Las exportaciones cayeron el año pasado a su mínimo histórico -461.000 millones de metros cúbicos de gas- y particularmente la venta de gas a Europa, su principal mercado, disminuyó en casi el 11,5%. Y, según los pronósticos, Gazprom no se recuperará este año de esa caída.
Independientemente de que Bielorrusia cumpla o no sus amenazas, el nuevo conflicto gasístico ha demostrado una vez más la urgente necesidad de que la Unión Europea diversifique las rutas de suministro de energía.
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