Polonia se prepara para elegir al sustituto del presidente Kaczynski
Los sondeos dan ventaja al liberal Komorowski frente al ultraconservador hermano del fallecido jefe de Estado
Polonia se prepara para elegir mañana al sucesor del presidente Lech Kaczysnki, que falleció el pasado 10 de abril en un accidente aéreo. Los sondeos dan una ventaja clara al candidato liberal, Bronislaw Komorowski, frente a su principal rival, el hermano gemelo del anterior jefe de Estado, el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski. Una distancia cómoda, pero insuficiente, para evitar una segunda vuelta en dos semanas.
El candidato del partido liberal Plataforma Cívica obtendría en la votación de mañana entre el 41,1% y el 51% de los votos, mientras Kaczynski reuniría entre un 29% y un 35,4%, según las encuestas publicadas hasta ayer viernes. En uno solo de esos sondeos, Komorowski consigue la mayoría suficiente (más del 50%) para proclamarse ganador sin tener que someterse a una segunda vuelta el 4 de julio.
La victoria de Komorowski, de 58 años, allanaría el camino al actual Gobierno, liderado por su partido, para que llevara a cabo sin bloqueos las reformas estructurales que, a su juicio, necesita el país, y que afectan a la sanidad, las pensiones, el sector público y algunos sectores económicos. La Constitución polaca establece un papel más representativo que ejecutivo para el jefe del Estado, cuyo verdadero poder reside en el derecho de veto de las leyes que aprueba el Parlamento, lo que en la práctica suele paralizar o ralentizar la acción del Gobierno.
La campaña electoral ha estado marcada por la sombra del accidente aéreo que acabó con la vida del presidente, su esposa y otros 94 pasajeros, muchos de ellos altos cargos políticos y militares, en la localidad rusa de Smolensk. También han estado presentes las inundaciones provocadas por las lluvias que han azotado el país en mayo y junio y que han dejado 24 muertos. "Voy a votar a pesar de todo", asegura Wladyslaw Dobrowolski, un jubilado de 68 años. Su casa, situada en la localidad de Piaseczno, a 16 kilómetros de Varsovia, se vio afectada por las inundaciones. "Creo que votaré por Komorowski", añade.
El candidato liberal ha resultado ser, sin embargo, un rival decepcionante. La prensa y los analistas destacan su falta de carisma, frente al potente arrastre electoral del primer ministro, el también liberal Donald Tusk, que prefirió continuar en su puesto en lugar de presentarse a estos comicios. Tusk ha sabido sacar partido de la marcha de la economía polaca, que está lidiando la crisis mundial mucho mejor que el resto de países ex comunistas.
Nacido en el seno de una familia de aristócratas, Komorowski fue un destacado luchador contra la dictadura comunista en los años ochenta y es un europeísta convencido, pero ha resultado ser un rival demasiado débil. "Los jóvenes no acaban de identificarse con sus ideas, porque es más tradicionalista que otros políticos de la Plataforma", opina Krzysztof Pankowski, experto de la firma de opinión pública CBOS.
Un corredor de fondo
Mientras tanto, Jaroslaw Kaczynski, de 61 años, se ha mostrado como un corredor de fondo que no se deja batir fácilmente. Antes de que falleciera su hermano, nadie daba un solo zloty por su futuro como político. Tras sus dos años como primer ministro, entre 2006 y 2007, que acabaron con unas elecciones anticipadas que perdió estrepitosamente, Kaczynski mantuvo un perfil bajo en las encuestas. Pero tras anunciar su decisión de presentarse a las elecciones para continuar "la misión", según dijo él mismo, de su hermano, ha ascendido en los sondeos.
En la campaña, Kaczysnki, con fama en Polonia de ser un experto en polarizar a la sociedad, ha mostrado su cara más amable y se ha comprometido a desarrollar una presidencia conciliadora. Pero tampoco ha dudado en atacar a Komorowski duramente, asegurando que el liberal quería privatizar la sanidad, cuando su programa habla de reformarla y que siga siendo pública. Cuando estuvo en el poder, Kaczysnki se caracterizó por su obsesión por preservar los valores tradicionales católicos, su patriotismo a ultranza y la persecución de todo lo relacionado con el pasado comunista. Tanto él como Komorowski empezaron en política en el entorno de Solidaridad, el sindicato dirigido por Lech Walesa que forzó la caída de la dictadura.
El siniestro aéreo en Smolensk supuso un duro golpe para Polonia. El Estado quedó descabezado y, durante días, la tragedia consiguió unir al país. Este acercamiento, sin embargo, parece haber dado marcha atrás, a juzgar por el ambiente electoral que se respira en Varsovia.
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