"Billetes a precios de viaje a la Luna" para volver a casa
Viajeros tirados en los aeropuertos por culpa del volcán islandés cuentan sus historias
A las típicas excusas para faltar al trabajo de los lunes -el tráfico está imposible, me sentó mal la cena y estoy en el hospital con una intoxicación horrible, mi abuela está al borde de la muerte-, se ha sumado hoy una nueva que, de no ser cierta, sonaría increíble: no puedo volver a casa porque un volcán islandés no para de escupir ceniza. Desde el pasado jueves, según datos provisionales, 63.000 vuelos han sido cancelados y siete millones de pasajeros están tirados por el mundo intentado llegar a su lugar de destino, siete millones de personas que no están cumpliendo con sus compromisos laborales, familiares, vitales.
EL PAÍS está recibiendo multitud de testimonios a través de YO PERIODISTA. Berta cuenta, por ejemplo, que el día 17 cancelaron su vuelo de Las Vegas a Londres y se enteró del por qué gracias a su familia. Su compañía aérea, British Airways, la informó de la cancelación a través de un mail, pero tan sólo "dos horas antes de que saliera el vuelo". Esta viajera, que ha logrado cambiar el vuelo para el día 25, se queja de que las compañías recomiendan que se use la web para modificar la reserva "pero está colapsada, con lo cual vas al aeropuerto".
París empieza a abrirse
La ratonera parisina empieza a abrirse. Los vuelos se reanudarán mañana, pero será con cuentagotas; se han abierto corredores aereos para unir Paris con los aeropuertos del sur de Francia, informa Joseba Elola. El que quiere volver a Madrid aún tiene que esperar. La compañía ferroviaria SNCF sigue en huelga. Y no hay quien encuentre un coche de alquiler.
La compañía aérea Air France ofrecía hoy cambiar el billete para volver el miércoles. El sol castigaba esta mañana las cabezas de las 120 personas que hacían cola en la oficina que la línea aérea tiene en la avenida General Leclerc. Tres empleados de la compañia recorrían amablemente la cola para intentar disuadir a los que no tuvieran urgencia en sacar billete de que esperaran a nuevas noticias. Remitían a la web para solicitar las devoluciones del importe de los pasajes.
Martine salía desesperada de la agencia. Esta enfemera camerunesa de 32 anos tenía billete para viajar el viernes a su país de origen. Se había cogido dos semanas de vacaciones para ver a su familia. El viernes le suspendieron el vuelo y le dieron pasaje para hoy. Tras toda la mañana en la cola, ha decidido que no le queda otra que retrasar el viaje hasta mayo. Todos los planes se esfuman con la nube volcanica. La situación en los aeropuertos del sur del país tampoco es mejor. El de Lyon está cerrado y la huelga de trenes hace muy dificil volver a España, relata Rosa Sulleiro, redactora de este periódico a la que Easyjet ha retrasado su vuelo "por ahora hasta el miércoles, pero sin asegurar que sea posible viajar".
Vacaciones forzosas en Tailandia
Otro lector que ha mandado su testimonio es Javier Gasquez, que está atrapado en Tailandia pero "no todo iba a ser malo". Lleva "72 horas" de más en este país tras acabar sus vacaciones ya que su vuelo Bangkok-Londres fue cancelado. En su paso por el aeropuerto miraba con terror a los pasajeros "acostados" en todos los pasillos cuando se encontró que a él le llevaron a "un hotel de cinco estrellas". "Aquí continúo con todo pagado desde hace más de tres días, las vacaciones empezaron en ese momento, gracias Oman Air", sentencia con buen humor.
También están de vacaciones forzosas Teresa y Antonio Jan, un matrimonio de jubilados que, por culpa de este caos, se perderá el primer cumpleaños de su nieta. Debían volver hoy a Madrid desde Taipei, donde visitaban a la familia, vía Pekín, pero siguen en Taipei y, salvo que encuentren otra cosa, allí pasarán 19 días más, pagándolo todo de su bolsillo, claro. "Estamos desesperados, ahora tendríamos que estar en el avión y, en lugar de eso, pasaremos aquí 19 días más", se queja, aunque se considera afortunada porque los hay que lo están pasando peor. "Ninguna compañía vuela a Europa, está todo cancelado. Ahora estamos en un apartamento de alquiler y en lista de espera para volar el 8 de mayo, no es seguro. Yo he preguntado si no habría otra ruta para evitar la zona de Europa afectada por la nube pero no existe, me contestan que no hay", cuenta Teresa.
La gran mayoría entiende que son causas de fuerza mayor. Lo que no comprenden es la falta de información y la gestión de la crisis. José Manuel, que regresaba a Valencia desde Toronto, opina que hay "una nube más negra que la islandesa": "El funcionamiento de las líneas aéreas y la bajeza humana". Ester Vila, en un comentario titulado No puedo volver a casa, explica que el viernes por la tarde terminó el curso de una semana que impartía en Ciudad de México. "Mi vuelo de regreso a España con Lufthansa, vía Frankfurt, fue cancelado por la incierta situación creada por la nube de ceniza que desprende un volcán islandés. Hoy es domingo, nadie sabe cuándo se va a despejar la nube de ceniza y la compañía aérea me ofrece un vuelo para... el próximo sábado 24!!!", narra con espanto. En su caso, ni siquiera le devuelven el dinero porque ya utilizó "el viaje de ida a México". "El resto de compañías ofrece billetes a precios de viaje a la Luna para el martes o el miércoles y ni siquiera los confirman hasta que no se sepa cómo evoluciona la situación", añade.
Cuando no lo arregla "un taxi millonario"
Su necesidad de volver es imperiosa: "Tengo un hijo de dos años que me espera en casa y muchísimo trabajo pero no puedo salir de México". "Ni siquiera", se lamenta, "con un taxi millonario", en referencia a las noticias que circulan sobre carreras millonarias, como el que pagó más de 4.000 euros por dos carreras (dos personas en cada coche) de 2.300 kilómetros en taxi de Madrid hasta Berlín.
Isabel Chàfer, profesora de un instituto de Xàtiva, está junto a otra compañera "al frente de un grupo de 16 estudiantes de primero de bachillerato" que ha pasado una semana en Amsterdam con el proyecto Europe's got talent. Mañana tienen el viaje de regreso desde Amsterdam hasta Madrid y luego desde Madrid hacia Valencia que, se teme, "va a ser una odisea". Por lo pronto, el primer vuelo está cancelado. "Es un caos, los teléfonos de atención al cliente de la compañía Iberia están no disponibles desde las 23.00, por lo que no sabemos qué hacer: presentarnos en al aeropuerto, a qué hora...".
Desde el aeropuerto de Malpensa, donde se encuentra la redactora de EL PAÍS María José Díaz de Tuesta intentado volver a Madrid, hay historias de todo tipo. "Como una chica de Valencia, que lleva desde el sábado queriendo salir hacia su casa y Vueling le dice que le devuelve el dinero pero no le busca otro vuelo. Al final, su novio la lleva en coche hasta Valencia". Son más de 1.300 kilómetros de amor al volante. "Otra pareja de médicos de Bilbao ha visto cómo un regalo se ha convertido en pesadilla. Les habían invitado a pasar el fin de semana y ahora tienen que cancelar todas sus citas con pacientes de hoy".
A las diez de la mañana se ha cerrado el aeropuerto y para mañana, en caso de que se reabra, que no parece, no queda ni un sólo vuelo hacia España, así que habrá que esperar por lo menos hasta el miércoles. "La gente -se celebra estos días la Feria del Diseño de Milán con 300.000 visitantes, más el partido de mañana Inter-Barça- se está organizando de manera privada como puede, alquila autobuses hacia Barcelona, los que pueden se pagan un taxi, son 2.000 euros Milán-Barcelona", añade Díaz de Tuesta.
Londres-Barcelona: una misión posible en autocar
También ha alquilado un autobus Elena Hermida que se fue a Londres de vacaciones con cuatro amigos y ha acabado organizando un viaje de vuelta a Barcelona para 74 personas, informa Helena Belmonte. Después de varios intentos fallidos de encontrar soluciones en la embajada española, la sevillana Elena, de 28 años, decidió tomar las riendas del asunto y reclutar en la misma embajada a turistas en la misma situación. A los cinco minutos eran diez y a las tres horas, los suficientes para alquilar un autocar entero.
Ahora lo explica desde la recepción del hotel Royal National, donde los pasajeros, la mayoría catalanes, esperan la llegada del bus que les llevará a Barcelona. Han pagado 9.000 libras (10.000 euros) a la compañía británica The Kings Ferry para regresar a casa. Fue imposible lograrlo, dice, a través de una compañía española. "No podíamos esperar más. Londres se ha convertido en una ratonera. Hay gente durmiendo en el aeropuerto y en los parques porque se han quedado sin dinero". No hay vuelos. No hay trenes. Las compañías de ferrys están desbordadas. Dada la situación, recorrer 1138 kilómetros a 150 euros el billete les sabe a gloria.
En taxi desde el Círculo Polar Ártico hasta Milán
Los que sí se han decidio a pagar uno de esos "taxis millonarios" a los que se refería Ester Vila son diez amigos milaneses que habían ido a esquiar al Círculo Polar Ártico, en el paraíso natural de Lyngen (Noruega), informa Miguel Mora. El espacio aéreo noruego está cerrado desde el miércoles pasado, y la comitiva milanesa decidió salió ayer rumbo a casa en un taxi-furgoneta con tres chóferes para recorrer los 4.000 kilómetros que separan Tromso de Milán. La noticia la cuenta hoy su página web del diario noruego Aftenposten, que, citando fuentes de la compañía de taxis ha estimado que, cuando el vehículo llegue al Duomo, la tarifa a pagar oscilará entre un mínimo de 7.000 euros y un máximo de 14.000 euros. Uno de los esquiadores, Alberto Donieti, ha explicado al periódico local lo siguiente: 2Es caro, pero en casa esperan las familias y el trabajo. Sin el taxi no sé cuándo podríamos volver".
No sólo se quedan tirados los pasajeros, también los que debían conducirles a casa. Desde Londres, un piloto de Iberia que prefiere no dar más datos cuenta que tenía que haber vuelto el viernes a los mandos de un Airbus con 134 pasajeros a bordo, pero de momento no sabe cuándo podrá salir. "Estamos a la espera de que se reanuden las operaciones parece que en dos días se soluciona todo", explica deseando regresar junto a su mujer, embarazada. Frente a las críticas de excesivo celo lanzadas por las compañías a los gobiernos europeos, sostiene: "Yo no soy partidario de volar, cualquier circunstancia que altere la programación de vuelo es motivo suficiente para no volar, la seguridad es lo primero".
En Facebook, de momento, no aparecen grupos de viajeros españoles tirados por el mundo, pero sí alguna que otra referencia humorística del tipo Volcanes de Islandia que deciden darlo todo y crear caos aéreo.
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