El Gobierno francés maneja una lista de evasores fiscales procedente de robos

El Gobierno francés tiene en su poder una lista de defraudadores fiscales cuyo origen, al menos en parte, está en un robo cometido por un empleado del banco británico HSBC de Ginebra (Suiza). Así lo ha afirmado esta mañana el diario Le Parisien. La filial suiza del banco ha confirmado horas después que efectivamente sufrió un robo entre 2006 y 2007, pero limita a 10 nombres los afectados por el robo y resta importancia a los datos.

El caso viene del pasado mes de agosto, cuando el ministro del Presupuesto, Eric Woerth, aseguró tener una lista de unos 3.000 contribuyentes franceses, titulares de cuentas bancarias en Suiza, que supuestamente habían defraudado a las arcas públicas francesas unos 3.000 millones de euros. En ese momento, el Gobierno invitó a esas personas a ponerse al día con el fisco antes del 31 de diciembre.

Hoy se ha sabido que al menos parte de esa lista procede de un robo, cometido por un empleado de la filial suiza de HSBC a finales de 2008, según ha informado Le Parisien. Horas después, la filial suiza de la entidad británica ha confirmado en una nota que un ex empleado sustrajo datos de clientes entre 2006 y 2007, lo que venía a confirmar la información del diario francés. Sin embargo, el banco sostiene que el robo afecta "potencialmente a menos de 10" nombres de clientes. Un portavoz ha negado que el banco tenga conocimiento de si alguno de esos nombres están en la lista de defraudadores que maneja el Gobierno francés.

El ministro Woerth, al conocer las informaciones publicadas hoy, ha salido a defender que las listas de los supuestos evasores fiscales son "legales", reiterando que no se ha pagado por ellas, aun admitiendo que provengan "de varias fuentes". Ha explicado que las autoridades consiguieron la lista en agosto, después de que Suiza accediera a compartir información bancaria a petición de las autoridades fiscales francesas.

En su artículo, Le Parisien explica que "Francia ha puesto en marcha un equipo de investigación, compuesto en parte por agentes de aduanas, para analizar varios miles de cuentas procedentes de robos". "Una parte de esa lista provendría de un robo cometido en 2008 en perjuicio del HSBC Private Bank de Ginebra por un empleado del servicio informático". A raíz de este robo, "el banco presentó una denuncia y se abrió una investigación en Suiza. Francia, pro su parte, hace oídos sordos y rechaza por el momento entregar a las autoridades suizas los datos bancarios" que obran en su poder.

Según ha declarado a Le Parisien Patrick Rizzo, abogado del ex empleado que cometió el robo, la apertura de una investigación en Suiza forzó al gobierno francés a "aprovecharse de esos datos", suministrados a Francia por su cliente, un franco-itlianos de 38 años cuyo nombre no ha sido revelado y que se encuentra refugiado en el sur de Francia. El fiscal de Niza, Eric de Mongolfier, habría decidido, según el diario, abrir una investigación preliminar sobre el caso, ante la sospecha de que ciertos residentes habrían abierto cuentas en la filial suiza para blanquear dinero.