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La Comisión electoral de Irak suspende los preparativos de las elecciones

El retraso en la celebración de los comicios puede afectar a los planes de Washington para la salida de las tropas estadounidenses

Uno de los dos vicepresidentes de Irak, Tareq al Hashemi, ha vetado la nueva ley electoral a causa del escaso número de escaños que reserva para los exiliados por las luchas sectarias de los años pasados. Su decisión ha desatado una tormenta política. El primer ministro, Nuri al Maliki, le acusa de poner en peligro la democracia. De momento, la Comisión Electoral ha paralizado sus trabajos y cuestionado que las elecciones puedan celebrarse entre el 18 y el 23 de enero como estaba previsto. Un eventual retraso afectaría al calendario de retirada de las tropas estadounidense.

"No he vetado toda la ley, sino sólo su primer artículo para ser justos con los iraquíes que viven fuera", declaró Al Hashemí durante una conferencia de prensa. La ley, aprobada el pasado día 8, establece que un 5% de los 323 escaños de la nueva Cámara se reserven a las minorías y a los iraquíes que tuvieron que abandonar sus casas por la violencia, pero no detalla cómo estarán representados quienes viven en el extranjero. El vicepresidente explicó que ha propuesto una enmienda para que se amplíe hasta un 15%, o 48 escaños.

De acuerdo con las últimas cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), 1,9 millones de iraquíes se han refugiado fuera de su país. Aunque no existen datos desglosados por comunidades, la mayoría de ellos son, como Al Hashemí, árabes suníes. Esta comunidad, que durante décadas controló Irak a pesar de constituir apenas un 20% de la población, se sintió marginada tras el derrocamiento de Sadam Husein y el acceso al poder de la mayoría chií. De hecho, boicotearon las primeras elecciones en 2005. El gesto del vicepresidente refleja su temor a volver a quedar relegados.

Al Hashemi insistió en que su veto no tenía por qué retrasar las elecciones, que según la Constitución deben celebrarse antes de que concluya enero. Sin embargo, la Comisión Electoral, que ya se había quejado de poco tiempo para organizar los comicios, anunció que suspendía sus actividades hasta que se ratifique la ley, lo que sin duda va a retrasar la cita con las urnas. Ahora los diputados tienen que volver a discutir el texto. Los kurdos, que quieren más escaños y han amenazado con boicotear el proceso, podrían aprovechar para reabrir el debate que se cerró con gran dificultad, tras varias semanas de intensas negociaciones y cabildeos.

"Representa una amenaza peligrosa para el proceso político y la democracia", advirtió Al Maliki en un comunicado. El primer ministro, que estimó que la decisión del vicepresidente "carece de fundamentos constitucionales sólidos", instó a la Comisión Electoral que continúe los preparativos para el escrutinio. Más aún, a riesgo de ser acusado de ingerencia, pidió al Parlamento que "convoque una sesión urgente para reafirmar su decisión de celebrar las elecciones a tiempo". De acuerdo con la Constitución, las leyes deben ser ratificadas por el triunvirato presidencial de forma consensuada.

Un retraso más allá las fechas planeadas desbarataría el calendario de retirada de los soldados estadounidenses. Según los responsables militares, la reducción de tropas de combate se iniciará 60 días después de los comicios, con el objetivo de haber concluido para finales de agosto. Este repliegue será el preludio para la retirada total de fuerzas prevista para finales de 2011.

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