Uribe respalda al vicepresidente tras la reapertura de una investigación en su contra
La fiscalía colombiana retoma el caso del presunto nexo entre Santos y los 'paras'
Prontitud y eficacia. Esto es lo que ha solicitado el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, a la fiscalía, al conocer la orden de reabrir una investigación preliminar en su contra archivada hace más de un año. El propio presidente del país, Álvaro Uribe, ha salido en defensa de la moral y la integridad de su vicepresidente. "Santos es un ciudadano de rectitud integral", dijo en un comunicado hecho público ayer, en el que además resaltó su liderazgo en la defensa de los derechos humanos.
El nombre de Santos fue mencionado en mayo de 2007 por el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso -extraditado a Estados Unidos- en una de sus primeras confesiones a la justicia colombiana. Según Mancuso, el vicepresidente se reunió en varias ocasiones con el líder paramilitar Carlos Castaño -muerto en medio de disputas dentro de la organización- y le propuso crear un bloque de este grupo ilegal para hacer frente a la guerrilla en el centro del país.
"Me sorprendí, porque lo noté identificado con la causa", afirmó quien fuera comandante militar de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que empezaron a desmovilizarse en 2004.
La fiscalía inició entonces una investigación preliminar, pero la archivó ya que las confesiones del ex paramilitar perdieron peso al ser contrastadas con las de otros antiguos altos mandos que acudieron a la justicia buscando los beneficios que les otorga la Ley de Justicia y Paz.
La fiscalía admitió entonces la defensa del vicepresidente: sí, se había reunido con Castaño, pero en su calidad de periodista -trabajaba como jefe de redacción del diario El Tiempo- y en su condición de directivo de País Libre, una fundación que él creo para luchar contra el secuestro.
Ahora, la decisión de reabrir la investigación preliminar ha sido tomada por el vicefiscal Fernando Pareja, ante un recurso presentado por una conocida ONG. Se practicarán nuevas pruebas y se tomarán nuevos testimonios para determinar si está o no justificado abrir una investigación formal.
"Que un funcionario crea más a un delincuente que a una trayectoria [vital] es parte de lo que tengo que respetar, como ciudadano y vicepresidente, no compartir" , dijo Santos. Para él, es un proceso montado a base de calumnias para utilizarlo políticamente.
Santos, dolido por la reapertura del caso, volvió a defenderse ayer. Habló de su vida "sin tacha" que le permite hablar con la frente en alto. Y pidió que se hagan públicas las declaraciones de los ex jefes paras que se refieren al caso.
Mientras estuvo en Colombia, Mancuso mantuvo dos teorías ante los fiscales de Justicia y Paz: el paramilitarismo fue un asunto de Estado, y los políticos acudieron a ellos, no al contario. Según cifras de diferentes ONG, esta maquinaria de muerte cometió 18.000 crímenes entre 1988 y 2003, y despojó a millones de campesinos de sus tierras.
Santos no fue el único señalado por Mancuso. Este ganadero de origen italiano ha arrastrado por el fango a políticos y a varios oficiales y ex oficiales del Ejército. Impecablemente vestido y esgrimiendo documentos y un ordenador, lanzó dardos incluso contra el ex presidente César Gaviria y Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa y primo del vicepresidente. De este último aseguró que visitó a Castaño y le propuso un golpe para derrocar al entonces presidente, Ernesto Samper, salpicado por un escándalo sobre la presunta financiación de su campaña con dinero del narcotráfico.
El inmenso escándalo de la parapolítica ha llevado a prisión a varios congresistas, alcaldes, gobernadores y políticos regionales.
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