El ministro de Exteriores acusa a la prensa de haber pagado a D'Addario
Varios miembros del PD llaman a su partido a exigir responsabilidades políticas.- Una nueva grabación revela que hay tumbas fenicias bajo Villa Certosa
Las nuevas grabaciones de Patrizia D'Addario publicadas por la revista L'Espresso han generado un nuevo choque entre la mayoría y la oposición. El Gobierno mismo se ha implicado a fondo esta vez en la defensa de Silvio Berlusconi, y el ministro de Exteriores, Franco Frattini, ha declarado a la BBC que D'Addario ha sido pagada por periodistas para revelar su historia y poner en aprietos al Cavaliere.
Frattini dijo a la televisión británica que "los periodistas han pagado a esta escort, a esta prostituta, para que hiciera declaraciones públicas contra el primer ministro", y eso es "inmoral", ha agregado, vista además "la insustancialidad de las acusaciones contra el primer ministro", como demuestra el hecho de que "ningún juez le ha puesto bajo investigación".
Frattini, que llegó a la política tras ser el profesor de esquí de Berlusconi, no ha aportado una sola prueba de sus acusaciones, y D'Addario ha emitido una nota en la que le reta a hacerlo y anuncia que se querellará contra el ministro de Exteriores.
En las últimas semanas, tras declarar ante los magistrados de Bari que investigan a Gianpaolo Tarantini, D'Addario ha concedido entrevistas al Corriere della Sera, La Repubblica, Sunday Times y EL PAÍS, y ha confirmado que Tarantini, el empresario de Bari investigado por corrupción, inducción a la prostitución y tráfico de drogas, reclutaba meretrices para nutrir el harén de su íntimo amigo Silvio Berlusconi.
Las afirmaciones de D'Addario, apoyadas en las cintas que grabó en sus dos visitas a Palacio Grazioli, han confirmado en esencia que, tal y como dijo Verónica Lario al pedir el divorcio, Berlusconi "no está bien".
Su relato ha probado que al primer ministro le place rodearse en sus fiestas privadas de mujeres y prostitutas, casi todas muy jóvenes, a las que lanza mítines políticos improvisados en mitad de la cena, y que ha convertido ese fervor en una forma de selección de candidatas políticas.
Según ha contado D'addario, las chicas cantan y bailan para Berlusconi la canción Meno male che Silvio c'è (Menos mal que existe Silvio), y reciben del primer ministro objetos de bisutería (mariposas y tortuguitas). Algunas de ellas, las que acceden a relaciones más íntimas, son premiadas además por sus servicios con dinero en efectivo, que generalmente se ocupa de pagar Tarantini.
La propia D'Addario (que asegura haber cobrado 1.000 euros por cenar una noche en Grazioli), y su amiga Barbara Montereale (que ha declarado haber recibido 10.000 euros por acudir a Villa Certosa) fueron inscritas en la lista municipal La Pulla Antes que Nada, fundada por el ministro de Asuntos Regionales Raffaele Fitto, tras pasar por las fiestas del Cavaliere, de 72 años.
Tras callar y mentir repetidas veces sobre sus relaciones femeninas desde que explotó el caso de la joven napoliana Noemí Letizia, que generó la demanda de divorcio de Lario, el jueves, Berlusconi dio la primera señal pública de asumir esa realidad al decir en un discurso público de inauguración de las obras de la autopista Brescia-Milán: "No soy un santo, eso ya lo habéis entendido todos, vamos a ver si lo entienden también los de La Repubblica".
Ahora, las últimas cintas publicadas por L'Espresso han dado un curioso giro arqueológico al escándalo. En una de las conversaciones se escucha a Berlusconi diciendo a D'Addario que bajo Villa Certosa, su residencia sarda, se han descubierto 30 tumbas fenicias, datadas 300 años antes de Cristo.
La oposición pidió ayer a Berlusconi y al ministro de Cultura, Sandro Bondi, que esclarezcan cuanto antes este descubrimiento "de excepcional interés y hasta ahora desconocido por la comunidad científica", que de acuerdo con la ley debería haber sido comunicado inmediatamente a la Asociación Nacional Arqueológica.
Un manifiesto pide al PD que actúe
En una carta enviada a La Repubblica, algunos miembros de la oposición del Partido Democrático han llamado a la opinión pública y a su propio partido a reaccionar y exigir responsabilidades políticas a Berlusconi.
"No existe ningún país en el mundo que tolere las mentiras de sus propios gobernantes", escriben los firmantes. "Somos un caso único. Y en este momento hace falta un gesto de orgullo de todos los italianos que piensan que la mentira hace daño al país y a su credibilidad. Si Berlusconi es un santo o no interesa poco".
"Aquí se habla de una cuestión política, y las preguntas que emergen imponen respuestas inequívocas. ¿Se puede mentir impunemente al país? ¿Se ha puesto en riesgo la seguridad nacional? ¿Cuánto se han sobrepuesto los intereses privados a las funciones públicas?".
Los firmantes, Rita Borsellino, Gianrico Carofiglio, Sergio Cofferati, David Sassòli, Debora Serracchiani y Luigi Zanda, afirman además que "lo que emerge de las investigaciones judiciales de Bari no se puede considerar el hecho personal de un 'utilizador final'. Atañe a todos y no se puede excluir de la política. Sobre todo, de la del Partido Democrático".
"Por eso, invitamos a nuestro partido a utilizar sus fiestas e iniciativas para invitar al país a una profunda reflexión sobre los daños que está provocando el Jefe de Gobierno", concluyen. "En este momento, todos los que quieren a nuestro país, sea cual sea la formación en la que militan, deben encontrar el coraje de no mirar hacia otro lado".
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