Los Sin Tierra brasileños desafían al opositor Serra
Unos 1.500 campesinos ocupan 14 latifundios en São Paulo en apoyo a la precandidata presidencial Dilma Rousseff
Con un gesto real y simbólico a la vez, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), la institución revolucionaria campesina más importante de América Latina, ha querido enviar al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el mensaje de que estarán a su lado el año próximo apoyando a la que posiblemente será su candidata a las elecciones presidenciales, la ministra Dilma Rousseff.
El gesto es real: cerca de 1.500 campesinos del MST ocupan desde la noche del sábado 14 latifundios en ocho ciudades del gran Estado de São Paulo. La acción ha sido por ellos bautizada por los Sin Tierra como invierno caliente. El simbolismo de las 14 ocupaciones es también evidente si se tiene en cuenta que han sido todas ellas concentradas en el Estado, presidido por el gobernador, José Serra, seguramente el contrincante más fuerte de Dilma en las elecciones. Hoy Serra tiene el 38% de los votos y Dilma el 18% aunque el apoyo de Lula le hará crecer en popularidad en los meses próximos.
El gobernador Serra que ha captado el gesto de los Sin Tierra ha advertido enseguida que "no habrá diálogo" con ellos. Según el Secretario de Justicia y Defensa de la Ciudadanía del Estado de São Paulo, Luiz Antônio Guimarâes Marrey, esas tierras, que los Sin Tierra acaban de ocupar, llevan en manos de sus propietarios entre 90 y 100 años por lo que que dichas propiedades tienen que ser respetadas. "No existe negociación posible con quienes quebrantan la ley", dijo ayer Marrey.
El gobernador Serra desea legalizar los grandes latifundios de São Paulo y vender lo que resta a 200 grandes terratenientes, además de no llevar a cabo la reforma agraria, afirman los Sin Tierra que se han tomado la justicia por su mano. El Gobierno paulista les responde que se trata de un discurso ya viejo y que los Sin Tierra son "profesionales del conflicto".
Hay quien asegura que las ocupaciones de las tierras en São Paulo, que ofrecen una de Serra amiga de los latifundistas, forma parte de una campaña para presentar al posible candidato de la oposición a las presidenciales de 2010 como enemigo de los campesinos. A su vez Lula necesita del apoyo del MST para apoyar a su candidata la ex guerrillera Dilma que necesita ganarse la simpatía de los más pobres ya que ha sido hasta ahora más bien una buena gestora de obras públicas pero con poca fuerza popular.
Hace unos días, Lula presentó junto a Dilma ante 1.500 militantes del MST su plan millonario Agrícola Ganadero. Lula hasta se puso el gorro típico de los Sin Tierra como un gesto de simpatía hacia ellos. En los últimos años el movimiento campesino ha sido a veces muy crítico con el presidente ex sindicalista al juzgar que no ha apoyado las reivindicaciones agrarias prometidas.
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