Derrotada una moción de censura contra Sócrates a tres meses de las elecciones portuguesas

El primer ministro portugués, José Sócrates (socialista), recibió ayer críticas a diestro y siniestro en la sesión plenaria del Parlamento que debatió una moción de censura presentada, sin éxito, por la oposición de derecha. La iniciativa fue derrotada por 119 votos negativos, de la mayoría socialista, 22 abstenciones (del Partido Comunista y el Bloco de Esquerda), y 75 votos afirmativos de los conservadores Centro Democrático Social (patrocinador de la moción) y Partido Social Demócrata (PSD). Sócrates ganó el envite, pero ayer quedó claro que la recta final de su mandato no será un camino de rosas.

La moción de censura, la cuarta que afronta el jefe de Gobierno, fue presentada con el propósito inequívoco de aprovechar el batacazo sufrido por el Partido Socialista (PS) en las elecciones europeas del 7 de junio, en las que perdió 18 puntos en relación a las de 2004. "Es un abuso pretender transformar unas elecciones europeas en legislativas", dijo el primer ministro, que rechazó "los intentos de derribar el Gobierno" cuando apenas faltan tres meses para las elecciones legislativas.

Paulo Portas, líder del CDS, desautorizó la política del Gobierno socialista en numerosos frentes, económico, fiscal, social, seguridad, Justicia, educación... "El pueblo se cansó de la arrogancia del primer ministro y del exceso de propaganda", dijo el promotor de la moción de censura. Sócrates tuvo que emplearse a fondo para responder la avalancha de críticas que llovían desde los escaños a la derecha y a la izquierda del PS.

El 24 de junio, habrá un segundo asalto en la Asamblea de la República, con el debate quincenal, en el que los dos protagonistas serán Sócrates y el diputado del PSD Paulo Rangel, el gran vencedor de las europeas. El 2 de julio, antes de las vacaciones, se celebrará el último gran debate parlamentario que, al mismo tiempo, será un ensayo general de la campaña electoral.