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Israel, bajo presión

El desencuentro entre Netanyahu y Obama sólo acaba de empezar. Es muy significativa la reacción del gobierno israelí al discurso pronunciado ayer por Obama en la Universidad del Cairo: ni una sola referencia a las únicas cuestiones serias que le conciernen. Obama ha señalado en su discurso cairota algo que suelen olvidar los dirigentes israelíes: es intolerable el sufrimiento de los palestinos. Y les ha requerido para que cumplan con las resoluciones internacionales y los planes de paz acordados cien veces y cien veces vulnerados: congelación total de los asentamientos en territorio palestino y adhesión a la fórmula de un Estado viable para los palestinos.

Obama ha insinuado más cosas, que todavía nadie ha querido interpretar, como que el proceso de desarme nuclear que quiere abrir va a afectar a todos, a quienes han firmado el Tratado de No Proliferación y luego no lo cumplen y a quienes no lo han firmado y proliferan sin reconocerlo. Pero lo único que les interesa a los gobernantes de Israel y de lo único que hablan en los comunicados y declaraciones de ayer es de su seguridad, algo que sitúan por encima de cualquier otra cosa.

Y llevan razón, tal como el propio Obama se ha ocupado también de repetir una y otra vez en varios discursos y ruedas de prensa, donde la ha calificado de ‘paramount’ (suprema, de suma importancia). Nadie la ha defendido de forma más contundente y clara ante una audiencia árabe y musulmana como lo ha hecho Obama en El Cairo. Como nadie había denunciado antes ante una audiencia como ésta los estragos del antisemitismo y el respeto que exige el Holocausto.

Sin seguridad para Israel no puede haber paz. Pero reducir el camino de la paz a la exclusiva seguridad de Israel, sin atender a los derechos de los palestinos, no conduce ni a la paz ni a la seguridad. Y todavía peor, elevar las exigencias israelíes evocando la seguridad tampoco conduce a la paz ni a la seguridad. Ahora mismo, el problema de Netanyahu es que no tiene ni una sola propuesta práctica que avale la existencia de un camino propio para la paz. Esa paz económica con los palestinos que quiso sacarse de la manga no llegó a creérsela ni él mismo. Lo único que quería obtener de su viaje a Washington era márgenes para atacar a Irán, seguir expandiendo los asentamientos y eludir la fórmula de los dos estados.

El gobierno sabe que está en un callejón sin salida y que el discurso de Obama le señala la pared donde termina el recorrido. Pero a la vez no puede ni quiere quedarse al otro lado de la valla, con el frente de rechazo a Obama en el que se han juntado todos los extremistas, desde los ayatolás iraníes hasta los okupas isaelíes, pasando por la derecha americana que ha calificado a Obama de relativista. Pero está claro que a Netanyahu no le gusta nada de esta apertura al mundo árabe y musulmán que le aísla internacionalmente y sitúa a su país en el punto más bajo de su capacidad de interlocución.

Es significativo que el belicoso Aviador Lieberman haya declarado que Israel no atacará a Irán por su cuenta justo a su vuelta de Moscú, una de las pocas capitales donde se le recibe bien y habla su idioma materno, el ruso. El duro entre los duros suelta así en público la primera pieza que le habían exigido, a falta de voluntad alguna de ceder en los otros dos temas: asentamientos y Estado palestino.

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Sabe este gobierno que este discurso en El Cairo es un movimiento más, quizás el más espectacular, de un amplio plan que tiene objetivos, fechas y exigencias. Su opinión pública no está acostumbrada a que Washington le cante las cuarenta al primer ministro de Israel, le reciba después del rey de Jordania en la Casa Blanca o que el presidente americano haya viajado ya en dos ocasiones a la zona y todavía no se le haya visto en Israel.

Ahora les queda poco tiempo para responder. Y Obama necesita respuestas útiles y pronto. Se lo ha dicho a Netanyahu. A finales de junio sin ir más lejos, cuando ya se conocerá perfectamente el nuevo rumbo iraní después de las elecciones y todo sabremos a qué atenernos. Se hace difícil pensar que ceda, pero también que consiga doblar el brazo del presidente del país más poderoso del planeta.

Obama ha asegurado que se lo va a tomar con resolución y paciencia. Aunque se hayan señalado fechas (finales de junio para Israel, finales de año para Teherán) y el pulso sea largo, el presidente está obligado a obtener resultados en los primeros meses a riesgo de perder impulso y llegar al final de su primer mandato de vacío. Sería una gran decepción, pero también una auténtica tragedia.

(Por cierto, a todo esto la Unión Europea o alguien europeo en su nombre podría jugar algún papel, pero a lo que se ve nos hallamos camino de la más absoluta irrelevancia o de algo peor, como demuestra la campaña electoral. Anoto, además, otros dos temas sobre los que no he podido escribir esta semana, como compromiso para próximas reflexiones: sobre esa Italia que Berlusconi ha convertido en una mezcla de discoteca, plató televisivo y burdel y sobre esa China que todavía prohíbe, censura y esconde la cabeza debajo del ala cuando regresan las cuentas de su pasado infame).

Comentarios

La verdad que si. Tendrian que crear un Estado Palestino y convivir junto a Israel en paz. Asi ayudaria a calmar los odios y abrir el camino hacia la paz. El problema es que este gobierno israeli es un gobierno de extrema derecha que lo unico que le interesa es su " seguridad". No piensa en otra cosa
No solamente la politica exterior de Union Europea es actualmente invisible en el conflicto israelo-palestino, sino que Obama ni tan siquiera la ha mencionado en su discurso del Cairo. Y eso que Washington no puede actuar sin el resto del mundo y vice-versa, segun habia anunciado. Esperemos que estas elecciones no den la puntilla al asunto.
ISRAEL, EUROPA, ESPAÑA ORIENTE & OCCIDENTE Eurodatum, Obama sí hizo mención de Europa. La Europa de hace 10 siglos, Al-Andalus, Córdoba, es también Europa, la que no sólo tiene raíz cristiana, sino mestiza y sincrética, la que se alejó de los métodos inquisitoriales de la intolerante y religiosa Europa que posteriormente expulsaría a las sectas heterodoxas entre los siglos XV y XVIII. La Europa que ninguno querríamos recuperar aunque algunos aspiren y suspiren con su vuelta, como en la contrarreforma. Israel no creo, por otro lado, que desee la vuelta de esa Europa, que a corto plazo podría favorecerle y a largo destruirla por completo, espero que el discurso de Obama les obligue a repensar sobre la alicorta política de permanencia y subsistencia del Estado de Israel, mediante el sometimiento de los palestinos. No obstante meterán miedo a los suyos, a los otros y a todos, a base de simulacros y la extensión de la sensación de peligro, pero no tienen otra opción que ceder ante la realidad de los hechos y el sufrimiento, semejante al suyo, del pueblo palestino. Hay una teoría socio-político-organizativa que dice lo siguiente: “Lo que no entiendas de tus superiores, de quienes toman las decisiones, rebátelo porque detrás se esconde una mentira interesada”. En política nacional e internacional abunda esta paradoja. Lo que entendemos, suele ser verdad, lo que no, aunque lo asumamos por pereza, suele tener una fuerte dosis de interés mentiroso. El otro día expresé en público que Europa era mi nación (con minúsculas), pero al fin y al cabo mi única Nación, si de algo tenemos que ocuparnos es de Europa, pese a lo poco que se ocupan de ella nuestros ínclitos políticos. Europa podría reforzar, con esa unidad cara al exterior, las políticas que hicieran posible una auténtica convivencia entre judíos y palestinos. Por ahora EEU empieza a utilicizar positivamente ese poder jeffersoniano, pero como muy bien ha dicho Obama: “Es responsabilidad de todos”, entre esos todos, creo que aunque se estuviera dirigiendo al mundo árabe, sí mencionó sutilmente mediante una elipsis a Europa. Porque Europa es y lo ha sido siempre una evolución del mundo y la cultura árabe, judía y cristiana. Samuel Huntington se equivoca cuando habla de civilizaciones diferentes, su tesis parte de un tremendo error, él distingue entre: - La Cultura Occidental, que incluye principalmente a países cristianos: Europa y Norteamérica con dos "subcivilizaciones": El mundo ortodoxo de Europa oriental y Rusia y el mundo latinoamericano de Suramérica, Centroamérica, México y gran parte del Caribe. - El mundo musulmán del Oriente Medio, el Magreb, Somalia, Afganistán, Pakistán, Malasia e Indonesia. - El pueblo judío, civilización hebrea, la diáspora. - La civilización hindú, localizada fundamentalmente en la India - La civilización sínica de China, Vietnam, Singapur, Taiwán y la diáspora china en Asia, el Pacífico y Occidente - El África sub-sahariana - Las áreas budistas del norte de la India, Nepal, Bután, Mongolia, Birmania, Tailandia, Camboya, Laos y el Tíbet. En mi opinión la civilización occidental es mucho más amplia, en términos reales e históricos de lo que establece Huntington, creo que ésta abarca lo que él denomina cultura occidental sumándole el mundo musulmán, excluidos Malasia e Indonesia, el pueblo judío, Australia y África en su conjunto. A esta civilización occidental podríamos contraponer, con todas las características peculiares de cada cultura local, la oriental, que englobaría al resto del mundo conocido. No hago mas que crear límites, como hizo Huntington, pero al menos éstos son mas amplios y probablemente fáciles de gestionar que su absurdo modelo, sobre todo en relación a los conflictos que pudiera provocar mi tesis, que no el azar de la realidad, frente al complicado mundo al que nos aboca su teoría falaz.
Indiferencia ante Obama o cualquier opinión divergente.Israel vive en una burbuja aislada de la realidad global.¿las consecuencias? prefiero no pensar en ellas.....
Importante, me parece, que esté la extrema derecha mandando en Israel y se encuentre con un verdadero hombre de estado en EEUU, (norteamericano a más no poder) si obedece tanto mejor y si desobedece ¿qué y cómo? Europa ya está enterrada, si estuviera viva se hablaría de ella.
Yo creo que lo que hay que hacer es crear un Estado Palestino, soberano e independiente. Luego sacarle poder a los grupos o partidos extremistas de ambos paises. Y por ultimo meter preso a todo aquel terrorista palestino o militar israeli que matara personas inocentes. Y para unir ambos pueblos podrian organizarse festivales de musica donde haya cantantes palestinos, israelies y de algun pais vecino, hacer peliculas u obras de teatro en conjunto, paquetes turisticos hacia ciudades de ambos paises y trenes que vayan por ejemplo de Tel Aviv a Ramalah.

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