Cuba pide a España que impulse un cambio de la política de la UE hacia la isla

Aproximadamente una hora duró la primera entrevista entre el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y el nuevo canciller cubano, Bruno Rodríguez. Se celebró el martes por la noche en la residencia del embajador de España en Praga, aprovechando la asistencia de ambos a la reunión ministerial de los Veintisiete con el Grupo de Río (que integran los países latinoamericanos y al que Cuba se incorporó el año pasado).

Durante la reunión, según fuentes españolas, Rodríguez agradeció a Moratinos sus gestiones para lograr que la UE levantase las sanciones impuestas a Cuba en 2003, en respuesta a la detención de 75 disidentes, y le pidió que España impulse durante su presidencia europea, en el primer semestre de 2010, la revisión de la llamada posición común, que define la política europea hacia Cuba desde 1996.

Para el régimen de La Habana, la posición común de la UE, que aboga por promover "el proceso de transición a una democracia pluralista y el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales" en la isla, es una injerencia y un "escollo" para la plena normalización de relaciones entre Cuba y la UE.

Moratinos descartó que la UE reforme su posición en junio, cuando haga balance del diálogo con el régimen cubano aprobado hace un año, pero se mostró convencido de que se apostará por mantener y ampliar esta vía.

Respecto a la anunciada visita a La Habana del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no descartó que pueda celebrarse este año, pero advirtió de que se trata de un viaje que "hay que preparar bien, adecuadamente, y el cuándo se fijará en su momento", informa Efe. El jefe del Ejecutivo español no oculta su deseo de ir a Cuba antes de que acabe 2009, ya que le será muy difícil hacerlo cuando presida la UE, pero fuentes diplomáticas insisten en que para ello es necesario que se produzcan avances en el camino de las reformas prometidas por el presidente cubano, Raúl Castro, cuando sucedió a su hermano Fidel.

Moratinos subrayó que el ambiente de la primera entrevista con Rodríguez fue "muy cordial y positivo", a pesar de que el ministro español mantenía una estrecha relación personal con su antecesor, Felipe Pérez Roque, y con el vicepresidente Carlos Lage. Ambos fueron purgados a finales de febrero, en una oscura crisis que permitió el ascenso del nuevo canciller.

Además de verse con Rodríguez, Moratinos aprovechó la reunión en Praga de europeos y latinoamericanos para firmar con el canciller chileno, Mario Fernández, y el vicecanciller paraguayo, Jorge Lara Castro, sendos acuerdos que permitirán a los ciudadanos de dichos países que lleven cinco años residiendo legalmente en España votar en las elecciones municipales de 2011.

Convenios similares, que prevén la reciprocidad para los españoles, se han firmado ya con Colombia, Perú, Argentina y Ecuador, entre otros países.