España y Argentina, según Cristina Fernández
"España y Argentina están cada vez más unidos", recalca hasta la saciedad la presidenta argentina en su encuentro con la vicepresidenta del Gobierno español
La sombra del conflicto por la expropiación de Aerolíneas Argentinas ha planeado sobre la visita a España de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mucho antes de que la mandataria llegase a Madrid el pasado sábado.
Desde entonces, sin embargo, tanto las autoridades españolas como la propia Fernández se han apresurado a recalcar hasta la saciedad las buenas relaciones entre ambos países. Este mismo martes, en un acto en la Casa de América de Madrid, Cristina Fernández, que no se ha reunido de forma oficial con empresarios españoles, ha llegado a asegurar que la relación bilateral entre España y Argentina no había sido "tan profunda como en esta etapa".
En la misma línea se mostró la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. En su intervención, una verdadera loa a la presidenta argentina, alabó el papel de Fernández que "capitanea un barco que llegará a buen puerto". Siempre, por supuesto, con la ayuda de España como telón de fondo. "España y Argentina están cada vez más unidos", recalcó la presidenta.
Fuertes lazos
Uno de esos ejemplos de unidad, dijo la vicepresidenta, se reflejará en las elecciones municipales de 2011, en las que podrán votar 80.000 argentinos.
Fortalecer la unión de esos países es, a su juicio, una tarea clave para afrontar el próximo año, en el que España asumirá, durante el primer semestre, la presidencia de turno de la Unión Europea y Argentina será la anfitriona de la cumbre Iberoamericana de 2010.
Tanto De la Vega como Fernández hablaron en sus intervenciones de la omnipresente crisis global y recordaron las palabras de la presidenta argentina en la última cumbre Iberoamericana de El Salvador en las que aseguró que "estamos ante el fracaso de un modelo". "Cristina, comparto plenamente tu argumento", afirmó complaciente la vicepresidenta española
A pesar de que se trataba de una tribuna-coloquio y la Casa de América estaba abarrotada, Cristina Fernández, que, como hiciese el día anterior en la cena de gala con los reyes, también hizo esperar más de media hora, apenas aceptó dos preguntas de los presentes.
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