Más desempleo y menos crecimiento
La Cepal advierte que en 2009 Latinoamérica empeorará sus cifras
Lo advirtió Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano, nada más comenzar el II Foro Europa-América Latina-EE UU, ayer en Madrid: "Si este debate se hubiese celebrado hace unos meses, el enfoque podría haber sido otro; ahora es imposible no hablar de la crisis financiera". Tampoco de las expectativas generadas por el aún presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dos temas que parecen estar relacionados para muchos, dando por hecho que el futuro líder del país donde se generó el actual tsunami económico será quien logre salvar la economía mundial.
De la omnipresente crisis, a la que además de financiera Iglesias calificó de "crisis de confianza", hablaron durante más de tres horas los economistas, ex mandatarios y expertos reunidos en Madrid por la Secretaría General Iberoamericana (Segib), el Real Instituto Elcano y el grupo Inter-American Dialogue. La mayor parte de las intervenciones se centraron en analizar, nuevamente, la magnitud de las consecuencias. Unas secuelas que cuesta calibrar debido a la situación "inaudita", a la que se refirió, ente otros, el ex presidente chileno Ricardo Lagos.
El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso recordó cómo se sabía de la llegada de esta crisis pero nadie quería verla. Para ilustrarlo comentó una reunión de Citigroup a la que asistió en mayo de 2007 y en la que se dijo que "no había nubes en el cielo" de la economía. "Esta crisis es imposible que se parezca a ninguna otra por el simple hecho de que nunca antes había habido tanta globalización", recalcó Cardoso.
A pesar del optimismo con el que se afrontaba en un primer momento, cuando parecía que América Latina estaba vacunada contra la crisis financiera surgida en Estados Unidos, nadie duda de que ya 2009 va a ser un año de ajustes duros para las distintas economías de la región, salvo para Chile, como destacaron varios de los intervinientes, ya que durante estos años de bonanza ha sabido administrar sus ganancias.
Aumento del desempleo
El impacto de la crisis golpeará especialmente con un aumento del desempleo, que si bien no alcanzará el 11% de 2003, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que superará el 7,8% con el que se cerró 2008.
La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, aseguró que el desempleo podría alcanzar el 8,3%. Además, situó el crecimiento de la región en el 1,9% del producto interior bruto (PIB), un recorte considerable en comparación con las cifras cercanas al 9% de los últimos años.
Varias de las intervenciones recalcaron la importancia de las medidas que se vayan a adoptar de ahora en adelante, puesto que muchas de las pérdidas no serán recuperables, y advirtieron a los gobiernos de la necesidad de cuidar los logros políticos y sociales alcanzados durante el último lustro. "Hay un remanente en la cultura política de América Latina de aceptar que el Gobierno se pueda extralimitar en sus funciones", alertó Juan Pablo Corlazzoli, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). "Debemos vigilar que los gobiernos no erosionen la democracia con la excusa de hacer frente a la crisis", añadió.
Frente al argumento generalizado de que la culpa de la crisis es de Estados Unidos, algo que pocos dudan, hubo quien, como el profesor Carlos Malamud, investigador principal del área de América Latina del Real Instituto Elcano, planteó la posibilidad de que, además, algunos mandatarios latinoamericanos estén pecando de irresponsabilidad. "No puede ser que Cristina Fernández hable del efecto jazz; Lula de que el tsunami económico será una olita en Brasil o de que Chávez diga que la crisis no va a afectar a Venezuela".
Malamud remarcó la necesidad de que México y Brasil se coordinen de forma activa. "Si no asumen ese liderazgo, me temo que todos los esfuerzos aislados que se están produciendo, algunos de ellos bien orientados, van a servir de poco".
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