Mladic, una "bomba de relojería"
El ex jefe militar serbobosnio y presunto criminal de guerra "podría raptar a personas inocentes" para matarlas, según los medios bosnios
Ratko Mladic, ex jefe militar serbobosnio y presunto criminal de guerra buscado por la justicia internacional desde hace más de doce años, es "una bomba de relojería que podría raptar a personas inocentes de los alrededores para matarlas". Esta es una de las conclusiones recogidas en un informe de los servicios secretos sacado a la luz por la radio y televisión serbia B92.
Según este texto, Mladic rechaza cualquier posibilidad de entregarse de forma voluntaria al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), que le acusa de genocidio y otros crímenes cometidos durante la guerra de Bosnia, acaecida entre 1992 y 1995. En paradero desconocido desde entonces, Mladic podría encontrarse "mentalmente inestable", exponen los servicios de seguridad.
Los investigadores sostienen que durante el año posterior a que abandonase el Ejército en 2002, Mladic permaneció escondido en apartamentos de Nuevo Belgrado. Según el informe, el ex jefe militar siempre caminaba sólo con calcetines cuando se encontraba dentro del apartamento, hablaba bajo y mantenía un elevado nivel de higiene, "por el riesgo a las enfermedades y la hospitalización". Además, Mladic mantenía rutinas de seguridad que le llevaban, por ejemplo, a pedirles a sus empleados que probasen la comida y le informasen dónde la habían comprado y quien se la había vendido.
El TPIY acusa a Mladic de genocidio en relación con la matanza de unos 8.000 varones musulmanes de Srebrenica, del asedio de Sarajevo y de otros crímenes durante la guerra bosnia. Su captura y extradición es la condición clave para que Serbia pueda proseguir sin obstáculo su acercamiento a la Unión Europea, tras la firma del acuerdo de asociación en abril pasado. La Haya reclama también a Goran Hadzic, un antiguo líder de los serbios de Croacia.
Mladic y Hadzic son los únicos dos inculpados por esa corte que aún se encuentran en libertad, después de que el pasado julio fuera arrestado Radovan Karadzic, ex líder político de los serbios de Bosnia.
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