Colombia decidirá en referéndum sobre la reelección de Uribe

La Cámara de Representantes de Colombia aprobó en la madrugada del miércoles el proyecto de convocatoria de referéndum que permitirá al presidente, Álvaro Uribe, repetir mandato en 2014. El texto fue aprobado en una sesión extraordinaria convocada por el Gobierno en el último día del año legislativo, lo que se interpreta como una señal clara del deseo de Uribe de ser reelegido en 2010.

El problema es que, por un inexplicable error de redacción, un párrafo del texto (una iniciativa popular en favor de la reelección de Uribe firmada por más de cuatro millones de personas) da la opción de reelección en 2014, lo que podría enmendarse en el trámite legislativo posterior.

Antes de llegar al Tribunal Constitucional, el texto deberá pasar todavía por varios debates en el Congreso a partir de marzo del año próximo. "El presidente Uribe quiere ser reelegido en 2010", opina sin titubear el analista Alfredo Rangel, que interpreta así la jugada del Gobierno.

¿Podrá modificarse el texto aprobado? Rangel cree que sí, siempre y cuando no se viole la voluntad ciudadana que lo apoyó. Y las personas que avalaron con su firma la propuesta lo hicieron pensando en la reelección inmediata. Además, dice, la Corte Constitucional puede precisar el alcance de lo aprobado.

El congresista del opositor Partido Liberal Colombiano Carlos Piedrahíta, sin embargo, advierte: "Cambiar el texto es jurídicamente imposible". Pero no descarta que la coalición del Gobierno que es mayoritaria, "desafiando las normas y atropellando la Constitución", lo haga y saque adelante la reelección para 2010.

Algunos uribistas han hablado públicamente del daño que haría a la democracia una segunda reforma de la Carta Magna para permitir que el presidente continúe sin pausa en el poder. La oposición ?que se marginó del debate del martes? agrega otros argumentos a su postura en contra: la justicia penal y disciplinaria está investigando a ministros, ex ministros y funcionarios de este Gobierno por dar prebendas a favor de votos vitales para sacar adelante la primera reelección. Y tampoco está claro aún cómo se financió la campaña de recolección de firmas para este segundo intento.

La sesión que aprobó el referéndum fue a todas luces atípica y dejó un sabor agridulce. Estuvieron presentes ministros y funcionarios que nada tenían que ver con el debate. Claudia Salgado, asistente del secretario de la presidencia, lista en mano, controló hasta las salidas al baño de los congresistas.

El presidente Uribe había dicho en varias ocasiones que su prioridad no era el referéndum. ¿Por qué este afán de último momento? El ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossío, a quien se le notó nervioso en la larga jornada, dio una explicación al final: "El Gobierno no intentó influir en el contenido de la iniciativa, pero no se ve bien que, siendo una consulta de iniciativa popular, no fuera discutida". Ya se habla de la ilegalidad de la convocatoria de sesiones extraordinarias, porque éstas deben citarse cuando el Congreso está en receso.

El domingo pasado, el diario El Tiempo, el más influyente del país, instaba a Uribe a que dijera al país que no aspira a su segunda reelección en 2010: "Es un acto de visión y de grandeza", decía el editorial.

Pero lo que hizo el martes envía el mensaje contrario. Con este juego de incertidumbre, el presidente tiene al país pendiente y especulando sobre lo que dice, lo que no dice y los mensajes que manda entre líneas.

Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín y uno de los más fuertes en el abanico de presidenciables, asegura que este juego da poder a Uribe, pero advierte: "Hay una línea fina [a partir de la cual] este poder se convierte en un error".