Brasil calienta el motor electoral

Brasil acudirá a las urnas el próximo domingo para elegir a 13.002 alcaldes y 59.302 concejales en todo el país. Con todo, no serán unas municipales al uso, porque se presentan con una carga política que nunca tuvieron dichas elecciones, en las que hasta ahora los votantes solían valorar más a los líderes locales sin atender a su afiliación política.

Esta vez es diferente. Las elecciones se perfilan como un examen a la fuerza electoral del carismático presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, que cuenta con el 83% de la aprobación popular. Por eso, los candidatos de los 13 partidos que forman la coalición de Gobierno han querido acudir a los comicios junto a Lula o con una declaración del mandatario en apoyo a su candidatura.

Incluso se han llegado a extremos ridículos, como los casos de algunos candidatos de la oposición que, tras fracasar en su búsqueda del respaldo de Lula, han llegado a contratar a alguien que imite la voz del presidente y les conceda públicamente su beneplácito.

Lo cierto es que estas elecciones servirán para saber si el Partido de los Trabajadores (PT) ?al que pertenece Lula aunque viva frecuentemente en conflicto con él? va a salir con la fuerza suficiente para elegir un candidato propio en 2010. Y también valdrán para medir la fuerza real de la oposición, que en estos años ha aparecido perdida y ofuscada por la fuerza popular de Lula.

São Paulo, clave

Uno de los lugares donde estas pruebas serán especialmente significativas será el Estado de São Paulo, que posee el 25% del PIB (producto interior bruto) nacional. Suele decirse que el partido que gana las elecciones en São Paulo es firme candidato a la presidencia de la República. Hoy São Paulo está en manos de la oposición a Lula y éste pretende conceder todo su apoyo a Marta Suplicy, la candidata del PT a la alcaldía, como de hecho ya ha declarado explícita y oficialmente. El gobernador de São Paulo, José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), es el candidato con mayores posibilidades a nivel nacional para suceder a Lula.

Otro punto crucial es el Estado de Minas Gerais, cuyo gobernador, el joven y popular Aecio Neves, también del PSDB, es, junto a Serra, otro de los aspirantes más destacados a la presidencia.

Sin embargo, Lula ha elegido ya a su candidata: la actual ministra de la presidencia, la ex guerrillera Dilma Rousseff, del PT, que fue torurada y encarcelada durante tres años por la dictadura militar.

Estas elecciones municipales demostrarán si Lula sale lo suficientemente fortalecido como para conseguir imponer en 2010 a su candidata, lo que significaría una continuación del lulismo sin Lula, o si, por el contrario, el poder volverá a las manos del PSDB, lo que mermaría en parte el mito del carismático presidente.