El calor y el viento dan una tregua a los bomberos en California
Trecientos incendios permanecen activos tras calcinar más de 240.000 hectáreas
El calor y el viento han dado una pequeña tregua a los bomberos que trabajan desde hace dos semanas en California (EE UU) para apagar más de 300 incendios, que ya han arrasado más de 243.500 hectáreas de matorral y bosque, han informado fuentes oficiales.
Las condiciones meteorológicas favorecieron el avance de las tareas de extinción en los dos principales focos que padece este estado en los condados de Monterey y Santa Bárbara, donde los retenes se dedicaron las últimas horas a crear y a consolidar cortafuegos.
Desde el pasado 20 de junio se han declarado en el estado dorado 1.781 incendios, la mayor parte de ellos originados por tormentas eléctricas. Las llamas ya han destruido 100 edificaciones, a pesar de los esfuerzos de más de 19.000 efectivos equipados con centenares de camiones, helicópteros y avionetas, informó el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios del estado.
La excesiva aridez del terreno, el calor y el viento han dificutado la extinción hasta este lunes, si bien las previsiones meteorológicas anuncian un repunte de las temperaturas para los próximos días, hasta cerca de 40 grados, así como un incremento en la velocidad del viento y la posibilidad de tormentas eléctricas.
La prioridad para las autoridades es acabar con el incendio ya conocido como GAP Fire, que afecta al condado de Santa Bárbara, concretamente a la zona de las montañas de Santa Ynez, y ha calcinado cerca de 4.000 hectáreas desde el pasado martes.
El terreno agreste complica aun más los trabajos a los bomberos que tienen bajo control un 35% del frente del fuego que se sospecha fue provocado. Las llamas amenazan la localidad de La Goleta, en el área próxima a la costa del Pacífico.
El domingo se ordenó la evacuación de 1.000 viviendas en este condado, a las que se podrían sumar otras 3.000 en los próximos días.
El otro gran frente de fuego, el mayor en tamaño, se encuentra en el norte del Estado, en la zona turística de Big Sur, donde han ardido hasta el momento 31.000 hectáreas en un paraje natural. Unicamente un 18% de este incendio, bautizado como Basin Complex Fire, se encuentra bajo control tras dos semanas en activo y se espera un empeoramiento de la situación debido a la posibilidad de que el fuego alcance un área de 100.000 ejemplares de robles secos que fallecieron por una enfermedad que les afectó en 1995.
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