Lucha por la libertad de prensa desde el salón de casa
Jane Novak, de 46 años, ama de casa y madre de dos niños de Nueva Jersey, nunca ha estado en Yemen. No habla árabe, y admite abiertamente que hastahace algunos años no sabía nada de ese país del sur de Arabia.
Pero Novak se ha hecho tan popular en Yemen que los directores de periódicos afirman que venden más ejemplares si su fotografía —rubia y sonriente— aparece en la portada. Su blog, un boletín informativo sobre asuntos yemeníesmuy franco, está prohibido allí.
El más grave de sus muchos delitos es su obstinada campaña en defensa de un periodista yemení, Abdul Karim Al Jaiwani, que incurrió en la cólera de su Gobierno al escribir sobre una rebelión en el extremo norte del país. Se le juzgapor un delito de sedición por el que podría ser condenado a muerte.
Novak, que trabaja desde un portátil en el salón de su casa en el centro de Nueva Jersey "mientras los chicos están en el colegio", halanzado una petición por Internet para liberar a Jaiwani.
Ha reclutado a políticos yemeníes, periodistas, activistas de los derechos humanos y más personas por todo el planeta. Su blog va más allá del caso de Jaiwani y se ha convertido en una válvula de escape crucial para periodistas de la oposición y personalidades políticas que le proporcionan pistas sobre la intriga política yemení.
Novak explica que su campaña es una cuestión de principios: "Es un país que deja a la gente de Al Qaeda actuar a sus anchas y lleva a juicio a un periodista por hacer su trabajo". Y remacha: "Es una auténtica locura".
Algunos arabistas profesionales hablan con cierto desdén del blog de Novak; parecen considerarla una aficionada con la típica actitud patriotera estadounidense y que desconoce por completo el mundo árabe. Novak admite sin reparos que no es una experta. Pero calcula que más de 2.000 yemeníes han contactado con ella desde que empezó a escribir en 2004.
Trabajaba no muy lejos de las Torres Gemelas de Nueva York, y empezó a interesarse por el mundo árabe a raíz de los atentados terroristas del 11-S. "Se me ocurrió que sería una buena idea escribir en la prensa árabe de lengua inglesa sobre asuntos en los que todos pudiéramos estar de acuerdo, como la libertad de prensa, la igualdad y otros temas por el estilo", explica.
En 2004 abrió su blog, www.armiesofliberation. com, y pronto escribió un artículo en defensa de Jaiwani, que estaba en la cárcel. Él le escribió una carta de agradecimiento y la envió a nombre de "Jane Novak, periodista y analista política estadounidense".
"Los líderes de nuestra región se creen dioses", le escribió. "Incluso llegan a creer en su falsa santidad, que nosotros intentamos echar por tierra, porque saben que son seres humanos como nosotros. La democracia y la libertad no son concesiones del líder de un régimen. Es un logro humano mundial de toda la gente libre de la Tierra".
Conmovida por la carta, Novak lanzó su primera petición en defensa de Jaiwani. Ambos empezaron a cartearse, con la ayuda de traductores. "Es una persona muy agradable", dice Novak. "Cree realmente en la democracia, y está pagando por ello".
Pasaron meses antes de que Novak se atreviera a decirle a Jaiwani que ella no era periodista y tampoco una analista política. Jaiwani le respondió diciendo que esas noticias hacían que se sintiera más orgulloso si cabe de ella y de su trabajo.
Una de las acusaciones contra Jaiwani es el haber recibido un mensaje de Jane Novak por móvil, como parte de un presunto plan (que él niega) para ayudar a los rebeldes de Huti, en el norte de Yemen.
"La pena por este crimen es generalmente la muerte", contaba Jaiwani durante una entrevista realizada en enero en su hogar en Sana, la capital de Yemen. Es un hombre larguirucho de 42 años, con unos ojos grandes y penetrantes y un oscuro sentido del humor, al que las autoridades ya han encarcelado cuatro vece por asuntos relacionados con su periodismo.
El año pasado fue secuestrado y golpeado por hombres que según él eran policías. Jaiwani agregaba con una sonrisa: "Si a esto se le añade mi relación con Jane Novak, la pena de muerte está cantada".
Jane Novak ha escrito numerosos artículos en la prensa yemení en defensa de Jaiwani. Contactar con gente como Jaiwani le ha dado una nueva vocación, afirma. "Algunos dicen que no hay progreso en Oriente Próximo", dice. "Pero tendrían que ver a esta gente; son auténticos héroes de hoy en día".
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