Juicio político a un ex jefe policial de Río por nexos con el juego ilegal

La Asamblea Legislativa del Estado brasileño de Río de Janeiro aprobó ayer la apertura de un proceso político para despojar de su mandato como diputado regional a Alvaro Lins, el ex jefe de la Policía Civil regional acusado de vínculos con mafias del juego ilegal.

Los miembros de la mesa directiva del Legislativo regional decidieron por unanimidad, la apertura del proceso de destitución contra el diputado, que fue arrestado hace una semana en una operación contra las mafias que operan el juego ilegal en la emblemática ciudad de Brasil.

La apertura del proceso por violación del código de honra de los legisladores fue solicitada por el Corregidor de la Asamblea Legislativa y el juicio político será realizado por la Comisión de Ética del organismo.

Lins, legislador del mayoritario y oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), es acusado por la Procuraduría de haber recibido pagos ilegales de las mafias del juego ilegal cuando se ejerció como jefe de la Policía Civil de Río. El Consejo de Ética tomará su decisión tras analizar las pruebas ya recogidas por la Procuraduría.

Lavado de dinero

Lins, jefe de la policía hasta hace dos años, fue arrestado el 29 de mayo acusado de los delitos de lavado de dinero, asociación para delinquir, corrupción pasiva y facilitación del contrabando por sus vínculos con la mafia del juego ilegal.

El diputado, liberado dos días después por orden de la propia Asamblea Legislativa, fue señalado como jefe de una organización de policías corruptos que facilitaba las actividades de diferentes bicheiros, como son conocidos en Brasil los que financian el juego ilegal.

El grupo, integrado por varios ex policías y ex autoridades, además de tolerar las actividades de la mafia de las apuestas y darle protección a los bicheiros, les ayudaba a importar máquinas tragaperras y otros aparatos destinados a bingos ilegales.

Un total de 16 personas fueron denunciadas por la Procuraduría como integrantes de la organización, entre ellas el ex gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho (1999-2002), acusado del delito de asociación con una banda armada por supuestamente haber conocido y tolerado las actividades irregulares de su entonces jefe de policía.

Lins, que comandó la Policía Civil de Río de Janeiro entre noviembre de 2000 y marzo de 2006, fue el principal responsable del combate al narcotráfico y el crimen organizado en la gestión tanto de Garotinho como en la de su esposa, Rosinha Garotinho (2003-2006), que lo sucedió como gobernadora regional.