Terremoto en una zona de Perú destruida en agosto

Un temblor de tierra de magnitud 4,2 en la escala de Richter sacudió ayer el departamento peruano de Ica, una de las zonas más devastadas por el poderoso terremoto del 15 de agosto, aunque en esta ocasión no ha habido víctimas ni daños materiales.

El temblor de tierra tuvo su epicentro a 16 kilómetros al este de la ciudad de Nazca, a unos 460 kilómetros al sur de Lima, y a una profundidad de 86 kilómetros, informó el Instituto Geofísico del Perú (IGP).

El movimiento telúrico, registrado a las 07,31 (hora local), se sintió en las localidades de Palpa y Nazca con una intensidad de 2 y 3 en la escala de Mercalli, respectivmente, agrega el informe del IGP.

Tres meses después

Precisamente ayer se cumplían tres meses del terremoto de 7,9 en la escala de Richter que asoló el sur de Perú. Y aún hoy falta por recoger el 40% de los escombros y continúan los conflictos dentro del organismo encargado de organizar la reconstrucción. El terremoto de hace tres meses causó 595 muertos y más de 300 desaparecidos, y destruyó 75.000 viviendas o las dejó inhabitbles.

El proceso de recuperación de las ciudades de Ica, Chincha, Cañete y Pisco, las más afectadas por el temblor, se ha visto marcado por las denuncias de inactividad y las críticas al Fondo para la Reconstrucción del Sur (FORSUR), mientras permanece la incertidumbre sobre el futuro de los más de 300.000 damnificados.

Así, el presidente de la Coordinadora Ciudadana de la Región, Ica Eusebio Valdez, anunció un paro regional para el próximo viernes 23 en protesta por la inacción del Gobierno para atender a los damnificados y en reclamación de la desactivación del Forsur, organismo al que calificó de "institución fantasma que hasta el momento no ha realizado una acción concreta". "Los damnificados del terremoto están viviendo una calamidad porque el Gobierno se ha convertido en insensible", dijo Valdez a Radio Programas de Perú.

La situación sobre el terreno sigue siendo "dura", según explicó el jefe de la representación regional de la Cruz Roja para América del Sur, el italiano Giorgio Ferrario, que indicó que la población en la zona sigue dependiendo con fuerza de la ayuda internacional, pese a que "la primera parte de la respuesta a la emergencia ya está concluyendo".