El Consejo de Ética del Congreso brasileño pide la destitución del presidente del Senado

El Consejo de Ética del Congreso brasileño decidió ayer recomendar la destitución y pérdida del escaño del presidente del Senado, Renán Calheiros, acusado de supuestos delitos de corrupción y de tipo fiscal. La decisión del Consejo de Ética fue tomada por 11 votos a favor de solicitar la destitución de Calheiros, frente a cuatro que pidieron archivar el proceso. En los próximos días, el pleno del Senado, mediante votación secreta, deberá ratificar o rechazar la petición. Renan Calheiros es una de las figuras de mayor relieve del mundo político brasileño.

Calheiros, importante ganadero, pertenece al Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el más influyente entre los aliados del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Está acusado de haberse servido de Claudio Montijo, director de mercadotecnia de la empresa Mendes Júnior, la más importante del país en el sector de la construcción, para pagar la pensión de una hija nacida fuera del matrimonio en su relación con la periodista Monica Veloso. Calheiros supuestamente favoreció a dicha empresa con una enmienda parlamentaria para recibir suvenciones del Gobierno.

También se le ha acusado de delitos fiscales en la negociación de una empresa familiar, de haber ocupado tierras de forma ilegal en su Estado natal de Alagoas, de ventas fraudulentas de ganado y de poseer dos emisoras de radio a través de testaferros.

La última denuncia, publicada en la prensa local el pasado fin de semana, fue lanzada por el abogado Bruno de Miranda Lins, ex esposo de una empleada de Calheiros, quien le acusó de estar implicado en un asunto de sobornos en el PMDB.

Calheiros ha rechazado una a una todas las acusaciones y sostiene que forman parte de una "intriga" que busca "destruir" su imagen y se origina en pleitos políticos del Estado de Alagoas.

Con todo, el proceso ante el Consejo de Ética ha durado casi cien días, en los que el presidente del Senado se ha negado a renunciar al cargo y ha puesto en marcha todos los mecanismos jurídicos a su alcance para intentar desmontar las acusaciones. Pero en su contra votaron no sólo los miembros del Consejo de Ética que pertenecen a la oposición, sino tambien los que pertenecen al Gobierno. Es el caso del senador Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT), quien, al emitir su voto en contra, hizo una llamada de atención en público al presidente Lula da Silva y recordó que días antes había exhortado a potenciar la vocación ética del partido. "En honor a esas enseñanzas de mi partido, emito mi voto de conciencia contra Calheiros", dijo Suplicy.

La votación en el plenario del Senado, dada su condición de secreta y conociendo el deseo del Gobierno de que el presidente del Senado sea absuelto, se prevé muy reñida. De cualquier forma, en caso de absolución, a Calheiros le esperan aún otros dos procesos ya en curso, uno por supuesto apoyo a una firma de cervezas y otro por la acusación de haber recibido sobornos de empresas que realizan obras públicas.

Fue dificil conseguir un relator para preparar el informe acusatorio contra Calheiros, dada su condición de presidente del Senado. Al final fueron nombrados tres: dos estaban a favor de las acusaciones y uno, en contra. La gran mayoría votó a favor de la pérdida del escaño; se basaban, por una parte, en las pruebas obtenidas por la policía federal y, por otra, en el hecho de que, según los dos relatores, Calheiros mintió al Congreso en lo concerniente a su renta partrimonial.