El presidente de Paraguay tira la toalla en su pretensión de ser reelegido

El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, desistió ayer formalmente de modificar la Constitución para poder presentarse a la reelección, al tiempo que denunció que el ex obispo católico Fernando Lugo no tiene condiciones legales para ser candidato presidencial en 2008.

Duarte planteó hace más de un año su pretensión de enmendar la Constitución, de 1992, que prohíbe la reelección, pero la iniciativa fue rechazada categóricamente por la oposición, que controla el Congreso.

La aspiración del jefe del Estado tampoco contó con el apoyo de sectores disidentes del Partido Colorado, que gobierna Paraguay desde hace 60 años.

"El hecho de que nosotros renunciemos a un derecho como es la enmienda [constitucional] es una demostración de que el Gobierno quiere construir la estabilidad", dijo Duarte en una entrevista a un canal de televisión.

Durante la entrevista, el mandatario aseguró que Lugo, favorito según las encuestas para derrotar a los colorados en las elecciones de 2008, tampoco está habilitado constitucionalmente para participar en los próximos comicios.

Ex obispo precandidato

La Carta Magna impide a los religiosos de cualquier confesión ser candidatos a la presidencia o a la vicepresidencia del país. Lugo renunció públicamente a su estado clerical en diciembre de 2006, pero el Vaticano no aceptó su renuncia y le suspendió a divinis.

El ex obispo pretende ser el candidato presidencial de la Concertación Nacional, que agrupa a los principales partidos de la oposición y a una treintena de asociaciones civiles y sindicatos.

En referencia a las pretensiones políticas de Lugo, el gobernante dijo que "hay una observación siempre crítica a la actitud del presidente. Yo también espero una actitud crítica con otros actores que quieren ejercer la presidencia y que están en abierta transgresión a los principios constitucionales".

Ahora, descartada la enmienda constitucional que podría abrir la posibilidad de la reelección, "estamos trabajando por el plan B", anunció el jefe de Estado, que apoya como candidata a la ministra de Educación, Blanca Duarte.

Añadió que, si el Partido Colorado aprueba la designación de la ministra para los comicios internos del próximo diciembre, "dejaría atrás 200 años de discriminación de la mujer" para la más alta representación del Estado.

Blanca Duarte, que no tiene parentesco con el jefe del Estado, se enfrenta a las reticencias de la cúpula del partido por su falta de militancia, aparte de la competencia de otros dirigentes que ahora aspiran a la candidatura, una vez desechada la idea de la reelección de Duarte.

El candidato colorado competirá con el vicepresidente del país, Luis Castiglioni, quien rompió con el oficialismo y está en negociaciones con corrientes disidentes del partido, como la liderada por Alfredo Goli Stroessner, nieto del fallecido dictador del mismo nombre.