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EE UU pide al resto de los países que permitan a sus pilotos llevar armas en vuelos internacionales

La mayoría de Gobiernos son reacios a admitirlo, aunque se hayan formado también como policías

Después de los atentados del 11-S, el Congreso de Estados Unidos autorizó por ley a los pilotos de las aerolíneas comerciales a llevar armas de fuego en las cabinas de los aviones para defenderse de posibles atentados terroristas. Muchos de ellos, tras recibir entrenamiento, las llevan. Washington pretende ahora conseguir que otros países permitan a los pilotos estadounidenses ir armados en vuelos internacionales que salen de EE UU, como según informa hoy el diario USA Today.

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El rotativo asegura que el Departamento de Seguridad Interior trabaja con el Departamento de Estado para intentar expandir este programa de seguridad, que ya tiene cuatro años de vida, más allá de sus fronteras. La medida afectaría a los vuelos internacionales que salen de suelo estadounidenses, es decir, al 8% de todos los vuelos de EE UU.

Los pros y los contras

El portavoz de la Agencia Federal de Policía para el Transporte Aéreo de EE UU, Conan Bruce, declara al rotativo que "queda claro que hay una amenaza a nivel internacional". "Queremos esforzarnos para que (los pilotos armados) puedan cumplir con sus deberes en los vuelos internacionales", añade Bruce. USA Today señala que muchos países son reacios a admitir que los pilotos aéreos lleven armas, aunque se hayan formado también como agentes de la policía, y tampoco aceptan que vayan armados los agentes federales vestidos de paisano que viajan junto con los pasajeros en muchos vuelos estadounidenses.

El enlace con la policía sueca en la Embajada estadounidense en Estocolmo, Michael Mohr, comenta al diario que "Suecia preferiría que no haya ningún arma a bordo de los aviones, pues existe una preocupación sobre las armas y los equipos muy sensibles dentro de esas naves". Un asesor para la seguridad en los vuelos, Rich Roth, asegura que los pilotos podrían "sentirse mejor" si llevan un arma pero advierte: "Si estás sentado en la cabina del piloto e irrumpen (secuestradores), no tienes tiempo para hacer nada con el arma".

Un programa con escaso éxito

La idea de armar a los pilotos fue un proyecto experimental lanzado tras el 11-S y en principio sólo iba a tener una vigencia de dos años. Sin embargo, a petición del sindicato de pilotos, el Congreso autorizó por ley la medida en el verano de 2002 y retiró el límite que imponía de sólo 1.400 pilotos armados. Así, la legislación se cambió para autorizar a los 70.000 pilotos de líneas aéreas de todo EE UU a que porten armas, de manera voluntaria y tras recibir adiestramiento. También se permitió a las azafatas a recibir entrenamiento en defensa personal.

Los pilotos armados, conocidos como oficiales de cabina de mando, sólo pueden llevar sus pistolas en la cabina de vuelo. Hasta ahora, ningún piloto ha disparado un arma en un avión, según subraya Bruce dijo. La Agencia Federal de Policía para el Transporte Aéreo de EE UU permite pistolas de calibres variados, incluyendo de 9 milímetros. Desde 2004, los miembros de Congreso han propuesto numerosos proyectos de ley que instaban a la Administración a trabajar para que el resto de gobiernos aceptara los pilotos armados, así como la adopción de medidas para mejorar el programa.

El diario no aporta el dato del número de pilotos que en la actualidad sobrevuelan EE UU armados, pero sí explica que el Congreso ha recortado en 11.5 millones de dólares el presupuesto del programa de entrenamiento los dos últimos años porque no se gastan los fondos.

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