Libertad condicional para Francisco Galán, portavoz del ELN colombiano en el diálogo de paz
El ‘comandante’ guerrillero participa desde 2005 en las negociaciones con el Gobierno de Uribe
La justicia colombiana otorgó ayer la libertad condicional al portavoz del guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), Gerardo Antonio Bermúdez, conocido como Francisco Galán, después de que cumpliera tres quintas partes de la pena de 15 años a la que había sido condenado. Desde el pasado 12 de septiembre, Galán había sido autorizado a salir varias veces de la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, cerca a Medellín, para actuar como portavoz del ELN en los diálogos de paz con el Gobierno en La Habana (Cuba) y con la sociedad civil en la Casa de Paz, en Medellín.
Francisco Galán recibió la noticia en la capital venezolana, Caracas, donde realizaba gestiones para proseguir las negociaciones de paz.
El comandante Galán, el preso de más alto rango del ELN —la segunda guerrilla de Colombia—, cumplía una condena de 29 años y nueve meses por delitos de terrorismo, rebelión y secuestro. Pero desde hace más de un año gozaba de un permiso que lo mantenía en una reclusión especial, desde donde movía los hilos de la negociación con el Gobierno de Álvaro Uribe.
La resolución fue anunciada ayer en Medellín (noroeste), capital del departamento de Antioquia, por la delegación regional del Consejo Superior de la Judicatura. El auto considera que el líder guerrillero, de baja estatura y larga barba blanca, ya ha cumplido con las tres quintas partes de su condena, durante las que siempre mantuvo buena conducta; además, logró que se le redujeran tres años de prisión por estudios y trabajos. En total, cumplió 14 años en la cárcel. Durante los 11 años largos que le restan deberá observar buena conducta para no perder los beneficios que le otorgó ayer la justicia. “No puede elegir ni ser elegido, pero puede manifestarse como ciudadano”, especificó el juez.
Galán fue detenido en diciembre de 1992; en 2000 salió por primera vez, y durante unas pocas horas, para participar en conversaciones de paz con otros comandantes elenos, en Suiza.
El 12 de septiembre de 2005 abandonó la prisión, vestido de traje negro y corbata, con un permiso de tres meses que se ha ido prorrogando hasta ahora, para servir de puente entre su organización y el Gobierno. En esa ocasión, aseguró que estaba dispuesto a jugárselo todo,“hasta la muerte”, por la paz. Dijo sentirse contento y que esperaba no volver jamás a una prisión.
Ayer se cumplió su sueño: no regresará a la cárcel de alta seguridad de Itagüí, el penal donde se también encuentran los jefes paramiliares.
Galán, que en su juventud fue seminarista, vive desde septiembre de 2005 en la llamada Casa de Paz, protegido por un completo dispositivo de seguridad. Lo que se desconoce es cómo será su vida de ahora en adelante.
Aún no se ha hecho pública la fecha de la quinta reunión entre el Gobierno y el ELN en La Habana. Se espera que en ella se concrete la transición de la fase de exploración a la de negociación y que se firmen acuerdos sobre cese de hostilidades, desminado o el fin de los secuestros.
A pesar de las esperanzas depositadas en el proceso con el ELN, no falta escepticismo: muchos otros intentos de acuerdo con este grupo —que nació a la sombra de la revolución cubana y fue dirigido por 19 años por el cura español Manuel Pérez— han muerto antes de concretarse un pacto.
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