Un misterioso olor a gas pone en alerta la isla de Manhattan

Un intenso olor a gas de procedencia desconocida ha puesto en estado de alarma a los servicios de seguridad y emergencias de Nueva York. El hedor comenzó a sentirse con intensidad en torno a las 9 de la mañana (hora estadounidense) y no desapareció hasta hora y media después; y eso pese a que el día amaneció con intensas lluvias que siempre colaboran a limpiar el aire de la ciudad. Siete personas han sido hospitalizadas "quejándose de síntomas relacionados con el olor", según ha informado el Departamento de Salud del Estado de Nueva Jersey.

El pánico se ha apoderado rápido de los residentes de Manhattan, muchos de ellos temerosos de estar viviendo otro ataque terrorista de gran escala como el sufrido el 11 de marzo de 2001. Con la inquietud ha llegado el colapso de las líneas telefónicas del Centro de Coordinación de Emergencias, la policía y los bomberos. Varios edificios de Manhattan han sido desalojados, algunos institutos han suspendido sus clases y el tren que une bajo el río Hudson la isla de Manhattan con la ciudad de Jersey también ha interrumpido el servicio. Una cadena de televisión local ha asegurado que se han producido algunos desmayos como consecuencia del pestilente olor.

La alarma ha sido de tal magnitud que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha comparecido ante los medios para tranquilizar a la población asegurando que el mal olor, pese a ser intenso, no es “dañino” ni “peligroso”. Mientras, los sensores de la ciudad no han detectado por el momento ninguna concentración elevada de gas natural, por lo que aún se desconoce dónde se ha podido originar.

"En general, las concentraciones de gas no son suficientemente fuertes como para ser peligrosas, pero el olor del mercaptano [un componente químico que se le añade al gas para facilitar la detección de posibles fugas] es desagradable. Por ello, sugerimos a la gente que haga lo posible para ventilar sus casas, que abra las ventanas hasta que desaparezca el olor", ha recomendado Bloomberg, que ha sugerido que el olor podría haberse originado por el escape de este componente químico, no necesariamente acompañado de gas natural. También en el vecino estado de Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson, se han adoptado medidas extraordinarias ante el intenso olor, como la suspensión de algunos trenes y el desalojo de instalaciones cercanas al río.

Olores extraños

El dedo acusador se ha dirigido enseguida a la compañía Con-Edison, encargada del suministro de gas natural en Nueva York, pero ésta ha informado de que no había notado ninguna bajada de presión en los conductos que distribuyen este producto, lo que parecer ser un indicativo de ausencia de fugas. La alcaldía de Jersey ha informado que se había registrado una fuga en el centro de Manhattan, en las instalaciones ubicadas en el bario de Greenwich. El alcalde Bloomberg ha confirmado este extremo, si bien ha agregado que el escape de estas instalaciones de gas natural había sido mínimo y similar a otros que se producen habitualmente, por lo que no puede haber sido la causa del intenso olor que se percibía en la isla.

No es la primera vez que Nueva York es escenario de olores extraños. El pasado mes de agosto, una fuga de un gas no identificado afectó a algunas zonas de los condados de Queens y Staten Island, en Nueva York, lo que causó la hospitalización de siete personas. Con anterioridad, en octubre de 2005, un olor dulzón se sintió también en la isla de Manhattan, Broklyn y Staten Island, lo que movilizó a las fuerzas policiales, los bomberos y el Centro de Coordinación de Emergencias, si bien en aquella ocasión tampoco se pudo determinar la procedencia del gas.