Pinochet niega toda relación con las torturas en Villa Grimaldi

El ex dictador chileno Augusto Pinochet negó ayer ante el juez Alejandro Solís cualquier responsabilidad en las torturas a presos políticos en la Villa Grimaldi, la más siniestra de las cárceles secretas durante la dictadura. Es la primera ocasión en que Pinochet declara en relación con un caso de torturas.

Pinochet ha sido privado de sus fueros para ser inculpado por las torturas que sufrieron 23 prisioneros. Además, está imputado por la desaparición de 36 opositores a su régimen (1973-1990) tras permanecer detenidos en ese lugar por la Dina, la policía secreta de la dictadura.

Tras el interrogatorio de ayer, la primera diligencia de Solís en este caso desde que el pasado 4 de octubre la Corte Suprema confirmara el desafuero de Pinochet en esta causa, el magistrado aseguró que "el general mantiene su opinión de que no cree que fuera responsable y que no tuvo conocimiento de las circunstancias, ni siquiera de los nombres [de los implicados en los casos de torturas]".

Solís agregó ayer que Pinochet ofreció su colaboración durante el interrogatorio y respondió entre 15 y 20 preguntas, que se le formularon durante una hora. Sin embargo, en la mayoría de los casos el general se limitó a contestar que no recordaba.

Entre los desaparecidos por los que Pinochet está siendo investigado figuran Luis Palomino Rojas, Claudio Thauby Pacheco, Fernando Silva Letelier y María Julieta Ramírez, detenidos a finales de 1974.

María Julieta Ramírez era la madre de Óscar Castro, actor y director del Teatro Aleph, en Francia. Por este mismo caso, Solís procesó en 2005 a 14 represores, entre ellos el general retirado Manuel Contreras, que dirigió la Dina, y los también generales Hernán Ramírez Hald y César Manríquez. Además, a los ex brigadieres Pedro Espinoza, Miguel Krassnoff y Fernando Laureani; los ex coroneles Marcelo Morén Brito, Haroldo Latorre, Rolf Wenderoth y Gerardo Urrich; el ex capitán Manuel Carevic y el suboficial Basclay Zapata, todos del Ejército.